Objetivo "irrenunciable" del déficit
Sin embargo, la vicepresidenta y portavoz del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría salía al paso de estas declaraciones insistiendo en que el 4,4% de déficit es un objetivo "irrenunciable". Ya en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros la portavoz ha subrayado "el Gobierno afronta con determinación" sus promesas a Bruselas y si debido a la contracción es necesario se aprobarán "mayores reformas y un mayor rigor", ya que el Ejecutivo "tiene la voluntad y la determinación de cumplir con sus compromisos". Con los datos del Gobierno, serían necesarios recortes adicionales de otros 35.000 millones a los ya aprobados para alcanzar con esos objetivos.
Partidaria de la inhabilitación
No ha sido el único punto en el que la vicepresidenta ha corregido al ministro de Hacienda, y es que también ha aludido a la propuesta de Montoro de penar a los políticos que incumplan con los objetivos de déficit, toda una amenaza para varios dirigentes del PP como explica ELPLURAL.COM. Sáenz de Santamaría ha apuntado que su Gobierno establecerá obligaciones legales a los gestores públicos para poder sancionarlos posteriormente si incurren en una falta de "dolo acreditado" o tienen "gran culpa" en los déficits generados en sus presupuestos. Pero se ha mostrado partidaria de las inhabilitaciones antes que de las acciones penales para los incumplidores.
"Habrá una Ley de buen gobierno", insisitó Sáenz de Santamaría, que reserva la "reacción desde el punto de vista penal" para los casos de dolo acreditado o gran culpa. Y es que como recordó, en la actualidad ya se contemplan sanciones administrativas y penales para determinados casos.
Insta a esperar sobre el contrato único
La vicepresidenta ha dejado en el aire otra propuesta, esta vez del ministro de Economía, Luis de Guindos, la del contrato único como una de las medidas de la inminente reforma laboral. Sáenz de Santamaría aseguró que el Gobierno tiene las ideas "claras" sobre la reforma y la presentará antes de que concluyan los tres primeros meses de la presidencia de Rajoy, instando a esperar ese momento para conocer la posibilidad de un contrato único. En cualquier caso advirtió de que un objetivo es simplificar las modalidades de contratación y dotar de mayor estabilidad a los empleos, ya que ahora "por desgracia" abundan los temporales.
