Así sucedió en el juicio contra Arnaldo Otegi por su participación en el homenaje al preso etarra José María Sagarduy, cuando la letrada del líder abertzale le pidió permiso para dar agua al acusado. Murillo replicó: "Como si quiere beber vino".

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"Ya lo sabía"
En ese mismo juicio, Murillo hizo uso de su potestad para plantear preguntas a los acusados y emplazó a Otegi a decir si condenaba o no "rotundamente" la violencia. "No voy a contestar", dijo a lo que la magistrada apostilló: "Ya lo sabía".

Anulación del juicio
Condenó a Otegi pero el Tribunal Supremo ordenó repetir el juicio por entender que Murillo "prejuzgó" su culpabilidad. Finalmente la Audiencia Nacional lo absolvió.

"¡No está en un bar, señora, siéntese normal!"
El pasado mes de julio reprendió a la etarra Idoia Mendizábal durante un juicio por poner los pies encima del banco de la sala acristalada de la Audiencia. "¡Guarde la compostura, que no está usted en un bar, señora!", le indicó. Ante las protestas de la acusada, ha añadido: "¡Que se siente normal!".

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"¿Un tiro en la nuca es violencia política?"
El pasado mes de junio, la magistrada volvió  a verse con Otegi en el juicio del caso Bateragune, en el que volvía a sentarse en el banquillo, esta vez junto a otros siete dirigentes abertzales acusados de intentar reconstituir la dirección de la ilegalizada Batasuna. Después de escuchar cómo los acusados se presentaban como los impulsores del debate que llevó a la izquierda abertzale a cambiar de estrategia y dejar de lado "la violencia política", Murillo intervino para hacer una pregunta a la última procesada, Miren Zabaleta. "Usted se ha manifestado contraria a la violencia política ¿Qué es la violencia política? ¿Un tiro en la nuca es violencia política?", inquirió la magistrada.

"Entonces, usted de imparcial poco, ¿no?"
Murillo también coló uno de sus comentarios con ocasión de la comparecencia como testigo en la vista del dirigente abertzale Rufino Etxeberria, que al entrar en la sala se abrazó con Otegi. Al preguntarle, como es preceptivo, si tenía algún interés en la causa, Etxeberria admitió que su deseo era que todos salieran absueltos, ante lo que la juez respondió: "Entonces, usted de imparcial poco, ¿no?".