La infanta se sentará en un extremo de la última fila de los acusados en Nóos, que empieza el lunes



La sala de vistas de la Audiencia de Palma que acogerá el juicio Nóos se parecerá más a un cine que a un avión de Ryanair: todos los asientos están ya asignados. El tribunal ha adjudicado ya cada puesto y ya sabemos que los principales protagonistas, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, se sentarán en la última fila y, además, separados entre sí por varios asientos.

Son tantos los procesados que no habrá un banquillo en sí, sino tres filas de sillas con seis asientos cada una. En la última fila, en una de las esquinas, se sentará la infanta Cristina. Eso sí, a su derecha estará localizad la tribuna de prensa. Enfrente de ella, en la segunda fila, estará Ana María Tejeiro, la esposa de Diego Torres, que durante el proceso se ha quejado reiteradamente del trato de favor que recibe la infanta frente a ella.

Él, el socio de Iñaki Urdangarin, ocupará la esquina opuesta de la infanta, en la última fila, junto al exduque de Palma, a quien separan tres asientos de su esposa.

En esa última fila, y encaragados de separar a Urdangarin y Cristina, también estará Miguel Tejeiro, cuñado de Diego Torres, y Alfonso Grau, el ex vicealcalde de Valencia con Rita Barberá, famoso por su polémica negativa a reconocer que estaba imputado en el caso. Y, junto a la infanta, Salvador Trinxet, el asesor fiscal que presuntamente se encargó de montar el entramado empresarial del Instituto Nóos en el extranjero.

El orden seguido para repartir los asientos, según fuentes de la Audiencia de Palma contactadas por La Razón, se ha sacado del orden de interrogatorios que el fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, estableció en su escrito de acusación. En dicho texto, la infanta Cristina era la última.

Así, en la primera fila estarán los primeros que tuvieron que dar testimonio. Esto sitúa en el tendido cero a Jaume Matas, el expresidente del PP en Baleares, y su ex director general de Deportes, José Luis Pepote Ballester, el otro cuñado de torres y ex contable del Instituto Nóos, además de varios miembros del Gobierno de Matas.

La expectación levantada es tal que se han tomado medidas excepcionales para acoger a todos los periodistas acreditados, que ya llegan a los 590 informadores de 84 medios acreditados. Una cantidad que ha llevado a que la sala de vistas se localice en un polígono industrial muy cercano, paradojas de la vida, a la prisión de Palma.