Este martes se celebra el día de la Comunitat Valenciana, y durante todo el día se han convocado diversos actos en la Comunidad.

A lo largo de la tarde, se han desarrollado diferentes manifestaciones en el centro de Valencia que han provocado el despliegue de un amplio dispositivo policial. 1.500 efectivos preparados desde Delegación del Gobierno para evitar que se repitan imágenes como las del año pasado en las que miembros de extrema derecha atacaron a ciudadanos causando una batalla casi campal.

Y es que, este martes, coincidían varias marchas de ideologías contrarias: una concentración por los derechos LGTBI, otro de idelogía antifascista y grupos de extrema derecha que pretendían boicotear las anteriores.

Nacionalistas, antifascistas y  grupos de izquierdas se han manifestado por las calles de Valencia unidos por el rechazo a las actitudes violentas que se vivieron el año pasado. Miles de personas han abarrotado las calles para dejar claro que no hay cabida para estas personas.

Mientras ocurría esto, un grupo de personas, con la cara tapada y cubiertos con banderas franquistas, entonaba el Cara al sol, y otros himnos franquistas. Pretendían colarse en la manifestación, pero la Policía les ha cortado el paso. Estaba previsto que a las 18:00 horas diera comienzo una manifestación organizada por el partido ultraderechista España 2000. Marcha que finalmente no ha sido permitida.

Los agentes han tenido que intervenir, cargar y elaborar un cordón policial para evitar que los ultras reventaran el resto de marchas. A pesar de esto, los extremistas han pasado sobre la policía y han lanzado gases pimienta contra los agentes y los periodistas que se encontraban en la zona.

Los ultras están intentado acceder a la manifestación principal entrando desde calles laterales, pero los Policía está impidiendo que los extremistas y manifestantes entre en conflicto.  

Sogas amarillas

Esta tarde, las calles se han llenado de banderas de la Comunitat Valenciana, pero ha destacado una pancarta en la que se podía leer: “Yo también llevo un lazo amarillo”. A parte del texto, se puede ver una soga de color amarillo atada de forma que podría ser utilizada para ahorcar personas.

Una clara referencia a los lazos amarillos que independentistas catalanes se han apropiado para defender la excarcelación de los “presos políticos” catalanes.

No es la primera vez que se utiliza la soga amarilla para relacionarla con temas políticos. En el pasado mes de agosto, un cartel, con un lazo amarillo invertido, aparecía en la marquesina de una parada de autobús de Barcelona. Además, había un texto en el que se podía leer: “Si vivimos, vivimos para pisar las cabezas de los reyes”.