Donald Trump siempre ha sido un personaje polémico. A diferencia de otros candidatos y presidentes, con un pasado como senador o congresista, Trump ha sido también una especie de showman. Una faceta que durante años le llevó a colaborar en el famoso programa de radio de Howard Stern, donde analizaba desde un punto de vista sexual a varias mujeres famosas y gastaba chistes machistas, como el día que sugirió que habría sometido a un test de VIH a Lady Di antes de acostarse con ella, pocas semanas después de la muerte de la princesa.

Sus participaciones en las tertulias de Stern han sido recuperadas todas de golpe por la web Factbase y las sorpresas no paran de llegar. Aunque lo más llamativo, por su crudeza, es su conversación sobre Lady Di y sus comentarios sobre que pudo “tirársela” pero con sospechas sobre si tenía SIDA o si estaba “un poco loca”.

La conversación en concreto tuvo lugar en 1997, dos meses después del accidente que le costó la vida a la exmujer del Príncipe de Gales. El locutor y el ahora presidente de Estados Unidos hablaban sobre la posibilidad de enviar a algunas mujeres a hacerse el test del VIH antes de tener sexo con ellas. “No digo que lo haría, pero sí que podrías enviar a un montón de gente al doctor antes de conocerlos en profundidad”, señalaba Trump.

Es entonces cuando Stern saca el tema de Lady Di otra vez, que por lo visto era recurrente por las veces que Trump había presumido que podía haberse acostado con ella. “Te la podías haber tirado”, señala el locutor varias veces, para después retomar la broma del VIH, donde se imagina a Trump preguntándole “Ey, Lady Di, ¿podrías ir al doctor?”.

La conversación sobre Lady Di se puede oír a partir del minuto 29.

Una broma a la que Trump se suma rápido, imaginando una conversación con la princesa: “Súbete a mi Lexus, que tengo un nuevo doctor y queremos hacerte una pequeña revisión”. Al igual que hizo con otras mujeres, Trump analiza a Lady Di diciendo que tenía “una belleza de supermodelo” aunque “había veces en que se la veía con buen aspecto”.

Las conversaciones sobre Lady Di eran recurrentes. En el año 2000, tres años después de su muerte, Stern y Trump seguían con el tema. El ahora presidente decía que la princesa estaba “loca” pero que esos eran “detalles menores”. “Tiene la altura, la belleza, la piel, el pack completo”, decía Trump. Fue en una llamada telefónica en la que comentó cuál era su top 10 de mujeres, donde colocó a Lady Di en tercer lugar, tras su actual esposa y su exmujer.

En su libro The Art Of The Comeback, publicado tres meses después de la muerte de Lady Di, Trump ya revelaba su obsesión con Lady Di, de la que decía que “su presencia y encanto iluminaba la habitación. Era una verdadera princesa, una mujer de ensueño”.

También revelaba que se habían visto en un par de ocasiones. Por ejemplo, en una cena en el Hotel Hilton de Nueva York que reunió a varios hombres de influencia y en la que se sentó en la misma mesa que Lady Di, aunque estaba acompañado de su entonces segunda esposa.

Seis meses después, cuando Lady Di se había divorciado, le envió un ramo de flores con motivo de su 35º cumpleaños, para sorpresa de la princesa. En el mensaje que acompañaba las flores, Trump le mostraba su alegría por el divorcio y le insinuaba que ambos tuvieran un affaire. Trump siguió acosando a Lady Di enviándole cada dos por tres ramos de flores, algo que, según una periodista cercana a ella, ponía a la princesa “los pelos de punta”. Pero Trump siempre pensó que tenía oportunidades…