Rajoy, ya presidente del Gobierno, convirtió su caudal de confianza en el quijotesco bálsamo de fierabrás, un curalotodo que, ¡ay!,  nada curaba. El sembrador de confianza ha ido pisoteando -a enorme velocidad-  su confianza y la ha dejado marchita, inerme e incluso podrida.

Parlanchín de feria
Aquel gran vendedor de confianza se ha quedado -en menos de medio año- en simple vendedor de humo, como lo retrató acertadamente Elena Valenciano el otro día. Alarmante situación, la propiciada no por un estadista ni por un jefe de Gobierno, sino por un parlanchín de feria.

 “Áteme la mosca por el rabo”
Nuestro apreciado colega Joaquín Estefanía describió en El País el perfil del presidente Rajoy subrayando, tras el rescate que no fue rescate, sino un paripé – “áteme la mosca por el rabo”-, su “increíble falta de reflejos políticos”. Este segundo salvador de la Patria –al primero le llamaban Franquito- no nació para semejante lío, palabra, por cierto,  que él aborrece.

Veterano guardia de corps
Alfredo Pérez Rubalcaba  insistió en que el rescate era rescate. Manifestó: “Nos quieren hacer creer que nos ha tocado la lotería o que han venido los Reyes Magos”. Mientras, Francisco Marhuenda, director de La Razón y veterano guardia de corps de Rajoy clamaba a bombo y platillo: “España no ha sido rescatada. Es algo tan claro como conciso, a pesar de que un sector de la izquierda política, algunos economistas y periodistas no acepten una extraordinaria noticia que es buena no sólo para España sino para el conjunto de la zona euro”.

Incensario en lugar de ordenador
Pues ya se ve, Marhuenda. La prensa internacional más prestigiosa está poniendo a parir a don Mariano. Acostumbrado como está el PP a tener múltiples medios de comunicación que utilizan el incensario en lugar del ordenador para contentar a los dirigentes de la derecha, es comprensible que Marhuenda diga lo que ha dicho. España ha sido rescatada, vaya si lo ha sido.

Ayuda urgente
Con el actual panorama financiero –que capitanea la descalabrada y presuntamente corrompida  Bankia y que erosiona brutalmente a la economía española- no había más remedio que pedir ayuda urgente a la UE antes de que el barco se hundiera. ¿No es eso un rescate? Antes de seguir metiendo la pata, que lea Rajoy la prensa extranjera y, por supuesto, no la prensa afín que hace  de claque.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM