La NFL y la NBA han respondido con contundencia a las palabras de Trump contra Colin Kaepernick, el jugador que hincó la rodilla mientras sonaba el himno de los Estados Unidos. Un problema que se antoja de difícil solución y más ahora cuando el presidente ha exigido a la Liga que elabore “una norma que prohíba a los jugadores hincar la rodilla durante la interpretación del himno”.

De nuevo, a través de su red social favorita – Twitter -, el presidente ha instado a la NFL a redactar el texto, dado que es una organización con infinidad de “reglas y regulaciones” y el “único camino” para acabar con esta situación.

Esta petición – o exigencia – la ha propuesto Donald Trump escasas horas antes de reunirse con Mariano Rajoy en la Casa Blanca, priorizando el asunto de la NFL que en las últimas semanas se ha convertido en un debate nacional. Y más después de la imagen del propietario de los Dallas Cowboys hincando la rodilla en el césped junto al resto de los jugadores del equipo.

Un pro Trump contra Trump

El problema es doble, pues Jerry Jones es el dueño de la franquicia más valorada y lucrativa de todo el mundo y de todo el deporte universal, por encima del Real Madrid, Barcelona, Manchester United o Los Angeles Lakers. Los Dallas Cowboys son un ejemplo de cómo potenciar una marca y convertirla en la más valiosa del mundo, a pesar de que los resultados deportivos no son los más adecuados para un conjunto de su calidad.

Además de ser el dueño de la franquicia más valiosa del mundo, Jerry Jones es un republicano por convicción y un archiconocido donante a la causa de Donald Trump, para la que desembolsó un millón de dólares. No obstante, a pesar de eso, Jones ha dado un paso al frente y ha decidido apoyar a los jugadores ante las declaraciones del presidente. Un problema latente que no tiene fácil solución a medio plazo.