Dos ideologías opuestas
Lo que sí ha dejado claro Romney, y seguro que está dispuesto a hacerlo, es recortar el Estado social que defiende su oponente Barack Obama. El 6 de noviembre próximo los estadounidenses tendrán que decidir entre esos dos modelos ideológicos diametralmente opuestos. El candidato republicano pondrá el país al servicio de las leyes del libre mercado y no dedicará esfuerzo a las clases menos favorecidas.
Romney cargó contra el 47% de la población
El lunes pasado se hizo público un vídeo grabado en mayo durante un acto con donantes de la campaña republicana -50.000 dólares el cubierto- en el que Romney cargó contra el 47% de la población estadounidense, que cuenta con una renta baja y recibe alguna ayuda del Gobierno. “Hay un 47% que votará al presidente –Obama¬- pase lo que pase”, y destacó que esas personas no pagan impuestos sobre la renta.
Obama prometió un millón de empleos
Barack Obama lleva tiempo denunciando que el plan económico de Romney beneficia a los ricos y deja sin resguardo a cientos de miles de estadounidenses. El actual presidente reiteró su promesa de crear un millón de puestos de trabajo solo en el sector manufacturero.
Una economía para los de arriba
Según señaló Obama en un mitin en Wisconsin , Romney "cree en una economía de arriba hacia abajo", una fórmula que en su opinión no traerá “el éxito” a Estados Unidos porque “el país no tiene éxito cuando sólo a la gente de arriba le va bien. Tenemos éxito cuando a la clase media le va bien", subrayó el presidente.
Obama criticó a su rival por "descartar" a la mitad de la población votante, en clara alusión al vídeo en el que Romney se burla del "47 %" que apoya al presidente demócrata porque, según dice, está mantenida por el Gobierno.
Romney no quiere una economía a la europea
Mitt Romney, por su parte, que estuvo en dos actos de recaudación de fondos en las ciudades californianas de San Diego y Los Ángeles acusó a Obama de llevar al país "por un derrotero que nos es extremadamente ajeno", que representa “un derrotero para convertirnos en Europa”, y que, según añadió, es una economía que no está funcionando.