De todos los episodios de “rebelión cívica” promovidos por Alcaraz; éste ha sido el más emotivo, el que más lágrimas ha arrancado a los presentes. Víctimas como María Jesús González, madre de Irene Villa, o Teresa Jiménez Becerril, europarlamentaria del PP y hermana de un concejal asesinado, entre otras, han relatado su dolor y su experiencia y la de los compañeros en los atentados sufridos.

Lágrimas necesarias
No han querido que los casi mil asesinatos de ETA sean un frío número y han portado grandes fotografías de cada muerto con la palabras “justicia” en grande. Precisamente, su lema ha sido “frente a la impunidad, justicia”. “Estamos llorando, estas lágrimas son necesarias porque son las lágrimas que luego nos traerán justicia”, ha expresado Jiménez Beceril, quien ha denunciado que el reciente comunicado de ETA “rinde homenaje a los asesinos y no a las víctimas”.

Francisco Álvarez-Cascos y el presidente de Voces contra el Terrorismo, Francisco José Alcaraz



“Gobierno, asesino”
De vez en cuando, el testimonio de las víctimas ha sido interrumpido por alguno de los miles de asistentes a la concentración, en la plaza de República Dominicana de Madrid, donde en 1986 doce guardias civiles murieron al estallar un coche bomba al paso de un autobús de la Benemérita. “No estáis solos”, ha sido una frase muy escuchada, al igual que “Viva España” y “asesinos, asesinos”. Eso sí, nuevamente, el Gobierno, y especialmente el exvicepresidente y candidato del PSOE en las elecciones del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido protagonista de los gritos. Para él, han reclamado prisión. Al Ejecutivo socialista le han puesto en el mismo escalafón que a los terroristas tachándole de “asesino”. En otras ocasiones se exigía la dimisión de José Luis Rodríguez Zapatero. Como éste no se presenta a la reelección, no ha estado casi nada presente en las consignas.

Que no reescriban la historia
En su intervención, María Jesús González ha recordado que “ETA es una banda de asesinos a la que no vamos a consentir que reescriban la historia, una historia escrita con la sangre de casi mil españoles”. Ha lamentado que lo terroristas se “sentarán en el Congreso con una marca blanca, amparados por el Gobierno y por el Tribunal Constitucional”.

El periodista Hermann Tertsch y la también periodista Irene Villa, víctima de ETA



¿Un guiño a última hora?
Algunos políticos de la derecha española, sobre todo del PP, han acudido a la manifestación. Aunque la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, había dejado claro esta semana que los miembros de su partido que fueran lo harían “a título individual”; finalmente ha estado Miguel Arias Cañete, presidente del Comité Electoral Nacional del PP y candidato número 5 al Congreso por Madrid. Su presencia podría evidenciar un guiño de última hora de Mariano Rajoy –quien insistió hace unos días en valorar positivamente el último comunicado de ETA– a sus votantes más conservadores.

Ni concesiones políticas ni amnistías
Arias Cañete, quien ha justificado la ausencia de más compañeros de partido por estar “en una campaña electoral” con muchos actos, ha declarado que el comunicado de ETA es insuficiente porque no tiene el anuncio de su disolución ni el abandono efectivo de las armas. “Le falta petición de perdón y reconocimiento a las víctimas”, ha dicho. Además, ha asegurado que si el PP gobierna hará “cumplir la ley”. De acuerdo con sus palabras, esa será su forma de gestionar el fin de la banda armada. “No puede haber concesiones políticas ni amnistías”, ha señalado.

Pancarta de DENAES



“Un desafío nacionalista”
El ala dura del PP, que sí había confirmado su asistencia, no ha tardado en llegar. El portavoz del grupo popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, ha avisado de que “de un proceso [de negociación con los terroristas] vamos a pasar a un desafío nacionalista”. En ese sentido, ha comentado que “ETA es un proyecto, de ruptura y totalitario, al que el Gobierno de Zapatero le ha lavado la cara”. A su juicio, los “ceses definitivos nunca serán la solución a un problema de tanto calado”. El eurodiputado Carlos Iturgaiz ha añadido que “ETA tiene que ser vencida” y ha acusado a Zapatero de haber “permitido que esté en las instituciones”. Tras esto, ha instado a cambiar la ley electoral para que “los españoles nos hagamos una coraza”.

Vigencia hasta el 20-N
El presidente de Asturias, Cascos, ha estado al lado de sus antiguos compañeros de partido mientras han intervenido desde el escenario las víctimas. A su llegada, ha asegurado que “sobra el comunicado” de ETA. Para él, “bastaba con un ‘nos disolvemos’ y ‘entregamos las armas”. Ha alertado de que “el comunicado tiene vigencia hasta el 20-N” y se ha preguntado “para qué conservan las armas”. Según ha explicado, Foro Ciudadanos “no está dispuesto a que se paguen facturas políticas a los terroristas, ni ahora, en campaña electoral, ni después, durante los próximos cuatro años”. Una señora le ha increpado por haber “traicionado” al PP.
 

 



Manifestantes portan banderas




Sin sed de venganza
Alcaraz no ha leído su discurso preparado. Ha recalcado que ha sido “suficiente” con los testimonios de las víctimas. Ha dado las gracias a los presentes por estar con su rebelión cívica. “Después de casi 50 años de terror, llevamos con honor ser el único colectivo de víctimas que jamás nos hemos tomado la justicia por la mano. Siempre hemos confiado en la justicia. Los que nos piden que renunciemos a la justicia nos piden algo imposible”, ha sentenciado. Ha terminado solicitando a todos un “Viva España” y se ha podido escuchar el himno español.

Representantes de la extrema derecha
Como es tradición en las convocatorias contra el terrorismo organizadas por Alcaraz; Alternativa Española, un partido situado en la extrema derecha, y la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES), también en ese extremo, han aportado sendas pancartas –DENAES ha hecho publicidad de su quinto aniversario–. Igualmente, ha habido multitud de representantes de la derecha mediática –como Isabel San Sebastián, Hermann Tertsch o Carlos Cuesta– y banderas españolas. Se ha colado al menos una preconstitucional. Cerca de una, varios manifestantes han criticado duramente a quien la ha portado con el objetivo de desvincularse de ese tipo de símbolos. Irene Villa ha insistido en que la convocatoria no ha tenido intencionalidad política y que las críticas al Gobierno han surgido espontáneamente, sin que tenga algo que ver con ellas VcT o los demás colectivos de víctimas que han secundado la convocatoria.