La única 'prueba' que hay contra el PSC, y que supuestamente demostraría que fueron los socialistas catalanes quienes están tras el espionaje a la líder del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho es una factura. La factura que se reprodujo en la portada del diario El Mundo el pasado 12 de febrero. Una factura que tiene un solo problema... Según los propios directivos de Método 3, es falsa. Y la policía ha sido incapaz, hasta el momento, al menos, de encontrar otra prueba. Eso es lo que quedó evidente este miércoles, tras el interrogatorio que realizó la juez que instruye el caso a la gerente del PSC, Lluïsa Bruguer.

La falsa factura que ha valido para montar una 'medio mentira'
Aquella factura, que aquí reproducimos, puso en marcha toda una investigación sobre una premisa: los socialistas catalanes espiaban a la novia entonces de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez, y para ello habían contratado la empresa Método 3, una de las principales, sino la principal, agencia de detectives de España, formada mayoritariamente por expolicias. En ese seguimiento los agentes habrían grabado la conversación, durante una comida en el conocido restaurante barcelonés 'La Camarga', de Victoria Álvarez con Alicia Sánchez-Camacho ¿Por qué habían ordenado estos espionajes en el PSC? Según El Mundo, que citaba fuentes innominadas del PSC, porque querían demostrar que Convergencia i Unió se financiaba ilegalmente.



El escándalo que siguió a esta 'información' fue enorme. Pero todo indica que el ruido inicial ha sido mucho mayor que lo que ha venido a demostrarse posteriormente. La falsedad de aquella factura en la que se iniciaba todo, la demostraron los primeros interrogatorios a los directivos de Método 3, que aclararon, aportando sus libros, que el número de esa factura correspondía a otro trabajo que nada tenía que ver ni con el PSC ni con ningún seguimiento a las supuestas espiadas. Pero la grabación de la conversación existe, por lo que alguien tendría que haberla solicitado. Y aunque como publicamos en ELPLURAL.COM, otras vías de investigación estaban abiertas, alguna incluso que hablaba de 'el entorno de Alicia Sánchez Camacho', el PSC resultó el 'sospechoso' más conveniente para determinados medios de comunicación y grupos políticos.

Cuatro trabajos de Método 3 para el PSC
En ayuda del montaje de la peor mentira, la que se sostiene sobre medias verdades, vino a socorrer a estos intereses el hecho de que sí había habido una relación entre los socialistas catalanes y la agencia de detectives ¿Cuál era esa relación entre el PSC y Método 3? Los socialistas catalanes reconocieron de inmediato que habían contratado, y emitido 4 facturas, a la agencia de detectives.

Las primeras veces en 2009. La razón para esas investigaciones fueron por un lado barridos en sus sedes para buscar la posible existencia de micrófonos ocultos, por lo que los socialistas pagaron 1.600 euros, y por otro para la valoración y asesoramiento para la mejora sobre la seguridad de su sede: básicamente el control de cámaras y la seguridad para el acceso a través de métodos de identificación como la huella digital... Un trabajo por el que se emitieron dos facturas, cada una de ellas por valor de cerca de 29.000 euros cada una.

La cuarta y última factura está fechada en 2011, cuando el PSC contrató a Método 3 para realizar un barrido buscando micrófonos en las oficinas que mantienen los socialistas en la Diputación de Barcelona, donde sospechaban que podían estar escuchándoles. Esta, y las otras facturas, las pusieron en manos de la juez instructora.

Pero las 'sospechas' no desaparecieron aunque ninguna prueba se sustanció contra el PSC. La grabación de aquella conversación entre Sánchez Camacho y la exnovia del junior Jordi Pujol existe, luego alguien tiene que haber 'contratado' el 'trabajo'. Y a falta de encontrar otro mejor 'sospechoso', esas cuatro facturas se convirtieron, como decimos, en la excusa para que la prensa, sobre todo la catalana, más cercana al PP y, especialmente, a Convergencia i Unió, hayan encontrado campo para titulares como 'fluida relación profesional' entre PSC y Método 3.

Imputada e interrogada... aunque no se muestran pruebas materiales
La policía, siguiendo esa estela, se presentó la semana pasada en la sede del PSC y procedió a un registro y a la requisa del ordenador personal de la gerente del partido, Lluïsa Bruguer. Según la propia policía para "buscar pruebas" que pudieran demostrar ese encargo. Al mismo tiempo que se producía el registro, la policía judicial informó a la gerente del PSC que estaba imputada en el caso.

La gerente del PSC, Lluïsa Bruguer, a su llegada al juzgado, donde negó que su partido encargara o pagara por espiar a Sánchez-Camacho. Foto EFE



En consecuencia, la juez instructora convocó a declarar a Bruguer. Un interrogatorio que apenas se extendió durante 20 minutos, y en el que, según ha sabido ELPLURAL.COM en fuentes cercanas a la investigación, la juez se limitó a preguntar por las funciones de Bruguer en el PSC y a inquirir si el PSC había ordenado aquella grabación y quién podría haber dado esa orden. Preguntas a las que Bruguer respondió diciendo que desconocía las respuestas.

Para sorpresa de la dirección del PSC, durante el interrogatorio, ni se le preguntó por la factura publicada por El Mundo, ni se le enseñó emails o pruebas incriminatorias alguna, por lo que vinieron a constatar su sensación de que no hay una sola prueba material contra ellos.

Método 3 niega el encargo
Después de interrogar a la dirigente socialista, la juez también interrogó ayer a otras personas sobre el mismo asunto. Entre otros,

a quien entonces era jefa de los agentes de Método 3, Elisenda Villena, que declaró, según reconocieron fuentes jurídicas, que no había recibido ningún encargo de espiar a Alicia Sánchez-Camacho.

La conversación entre la dirigente del PP y la exnovia de Pujol Ferrusola se produjo en 2010, año en el que no existe ninguna factura emitida por el PSC a Método 3, pero este hecho tampoco ha disuadido a la prensa 'convergente', que ha insinuado que podría haberse pagado con posterioridad a través de la factura de 2011... El problema es que esa factura es de tan sólo 2.700 euros. Una cantidad demasiado pequeña para un trabajo de esa exigencia.

Ante la falta de consistencia, se buscó una última forma de 'involucrar' al PSC en el asunto, una 'supuesta' quinta factura por un nuevo encargo a Método 3. La realidad sin embargo es que tal 'factura' no existe, ya que se trata tan sólo de la petición de un presupuesto para incrementar la seguridad de las comunicaciones por internet de las cuentas de la dirección del partido. Un presupuesto que, dada su cuantía, se desechó por ser demasiado cara, según fuentes del PSC han reconocido a este periódico.