En estos días todo indica que la banda terrorista ETA está entregando la mayoría de sus armas y explosivos. No entro en ningún debate político, sólo quiero recordar a los asesinados en estos años de actividad de la banda y llorar, especialmente, por algunos que me tocan más de cerca: gente relacionada con Telefónica.

Me gustaría que, los dirigentes de Telefónica de ahora, no olvidasen a sus compañeros asesinados. Y que valorasen lo que fue trabajar en el País Vasco siendo empleado de Telefónica. La voladura de la central de teléfonos de la calle Ríos Rosas de Madrid fue la culminación de un mensaje que la banda enviaba a Telefónica: sois nuestro enemigo.

En duro resumen: Telefónica era un enemigo a batir

Hasta hace bien poco, todas las comunaciones pasaban por los cables de Telefónica y, ETA, sospechaba que la policía y la Guardia Civil interferían conversaciones. En duro resumen: Telefónica era un enemigo a batir.

En octubre de 1980 fue asesinado el delegado de Telefónica en Guipúzcoa, José Manuel Cordero Delgado. En marzo de 1982 abatieron a balazos a Enrique Cuesta Jiménez, delegado de Telefónica en Guipúzcoa.

En septiembre de 1992 la banda asesinó al trabajador de SINTEL, José Luis Luengos, en Rentería (Guipúzcoa). En ese tiempo SINTEL era la gran sumistradora de instalaciones telefónicas en España. En agosto de 2002, asesinaron a Cecilio Gallegos Alamillos, trabajador de Telefónica jubilado.

Me ha costado mucho recuperar documentación sobre este terrible asunto. Y, seguramente, me he podido dejar nombres fuera de esta lista o equivocar circunstancias. Estas líneas son simplemente el homenaje emocionado de un expresidente de Telefónica a esos compañeros que murieron por el disparate asesino de ETA. Un abrazo a sus familiares.

Y que nadie se olvide: es también un abrazo de afecto y admiración para tantos y tantos profesionales de Telefónica que trabajaron con valentía en esos años de horror.

Todavía hoy me cuesta no abrazar de otra manera a los que en el País Vasco trabajan bajo los símbolos de Telefónica.