Este 27 de julio llega a las tiendas la reedición de El Tesorero, el juego de cartas que retrata la corrupción española y te permite meterte en la piel de Luis Bárcenas, Francisco Correa o Rodrigo Rato. Tras su salida vía Crowfunding, el juego está ahora producido por Crazy Pawn y Gen X, después de un intenso trabajo de sus creadores, Guantini Manoplof y Miguel Artrastos, para actualizar al máximo dentro de lo que permite el frenético ritmo de la actualidad política de España.

De cara al lanzamiento, ElPlural.com ha hablado con los dos creadores, la mente tras El Tesorero, Manoplof; y el pincel responsable de las ácidas viñetas, Artrastos, para conocer el proceso de creación, si han recibido presiones por sus pullas y si habrá más versiones en caso de que no amaine la corrupción en nuestro país. Ya avisamos de que no se muerden la lengua.

¿Cómo os surgió la idea para crear El Tesorero?

La idea se me ocurrió leyendo un libro, Españopoly de Eva Belmonte. Leyendo como las élites de este país se había repartido España me los imaginaba en una mesa, en una sala llena de humor, jugando a las cartas y apostando: ahí va la sanidad, un AVE a ninguna parte y dos equipos de fútbol. Lo veo y subo con un aeropuerto. Y poco a poco la idea fraguó como un juego real que podía hacerse. Me metí en internet para ver si alguien había hecho algo parecido y vi algún juego de mesa, pero todos bastante desactualizados y sin vida desde hacía tiempo. Eché cuentas y vi que un crowdfunding era posible. Entonces llamé a Artrastos, le gustó la idea, hizo un par de cartas para probar, a la gente cercana le hicieron gracia y nos pusimos a ello. En seguida surgió el lema del juego “Juega con ellos como ellos han jugado contigo”.

Mientras se vote lo que se vota, no creo que se agoten las posibilidades de más reediciones

¿A qué os dedicáis cuando no estáis creando juegos de mesa?

Artrastos es artista plástico y diseñador gráfico, así que lo que hice fue ponerle más trabajo en la espalda. Yo, Guantini, soy profesor de diseño y marketing.

¿Cómo es la mecánica, con qué juego se le podría comparar?

El juego se parece deliberadamente a clásicos como Monopoly, Palé o Deal. Es la idea. Que te vas a repartir un país como si estuvieras jugando a uno de estos juegos. Cuando jugamos al Monopoly la mayoría no reflexionamos del mensaje que quería lanzar el juego, que el sistema económico es un casino donde los ricos se lo pasan bien comprando y vendiendo a su gusto al resto del planeta. Si ese no es el mensaje, ¿qué pinta ahí una cárcel?

En nuestro juego pretendemos algo parecido. Se trata de comprar propiedades: terrenos urbanizables, primera línea de playa, campos de golf, equipos de fútbol, circuitos de fórmula 1, etc. y cobrar comisión por ellos cuando tienes un Tesorero. Todos los pagos se hacen en sobres. Puedes revalorizar tus propiedades con estaciones de ABE (con B) y Aeropuertos sin aviones. Además, hay cartas de acción que animan la partida. Hay preferentes para desplumar a los demás jugadores, privatizaciones para cobrar comisiones o Tarjetas Black que te permiten conseguir más cartas sin perder turno. Lleva varias partidas conocer toda la trama.

Es un juego sencillo de utilizar y que te aporta algo más. Conozco gente que lo tiene, pero no ha jugado, y que me dice que lo que le gusta es ir viendo las cartas una a una de vez en cuando, que le parecen una exposición de humor gráfico de lo que ha pasado en nuestro país.

Vista la actualidad política, ¿os planteáis más reediciones?

Sin lugar a dudas. De hecho, el juego salió originalmente de un crowdfunding. Ahora que lo editan Gen X y Crazy Pawn hemos tenido que actualizar y, lamentablemente, ha habido que hacer selección de casos de corrupción, porque no cabían todos los nuevos. Y ha sido enviar a imprenta y tener más. Por desgracia, mientras se vote lo que se vota, no creo que se agoten las posibilidades.

En esta edición conviven clásicos como el tesorero o las tarjetas black con temas muy actuales como el máster de Cifuentes o el Muro del Ave a Murcia. ¿Cómo de duro ha sido el trabajo para tener el juego tan al día?

Lo duro es vivir en un país que hace complicado resumir sus casos de corrupción en 110 cartas. Sobre las actualizaciones, creo que los ABE han sido los que más juego nos han dado, porque no había que renunciar a cartas anteriores. Ya no son sólo estaciones, sino que tenemos un ABE a Galicia con homenaje al secuestro de Fariña incluido, un ABE a Murcia con el muro que querían construir, un ABE a Extremadura con un tren a vapor de película del Oeste y un ABE a Europa con Puigdemont de fugitivo en el techo.

Con respecto a las demás, decidimos quitar protagonismo a Rita Barberá debido a su fallecimiento –aunque sale como detalle en otra carta- y meter a Cifuentes. Esta carta es un buen ejemplo de lo difícil que es mantener la actualización, porque de repente había que poner a Pablo Casado y su master de Aravaca. Pero, ¿a quién quitas? Conseguimos meterle en un rincón junto a Cifuentes. Los comodines también nos han dado juego para que grandes secundarios como Ignacio González, Granados o Gallardón no se queden sin su protagonismo. Pero es agotador. Aun así, siempre que alguien ve el juego te pregunta, ¿por qué no está este? Hay más lista de espera que en los hospitales de Esperanza Aguirre.

Varias de las cartas del juego El Tesorero

¿Qué personaje habéis disfrutado más caricaturizando y cuál menos?

Personalmente, la caricatura de Bárcenas fue muy especial. Fue la primera y aún no estábamos seguros de si el juego era una buena idea o una locura. Pero cuando Artrastos me mandó la primera maqueta de Luis Bárcenas lo vi claro: esto sale. Ahí nació el nombre del juego, El Tesorero, y el juego en sí mismo, pues se convirtió en la carta principal.

Del resto, me gusta mucho Cifuentes. No soy objetivo, porque yo soy uno de los muchos a los que mandó apalear en alguna manifestación. Pero me encanta verla sujetando un papel, que sabe que es falso, poniendo cara de dignidad, como diciendo: ¿ahora qué, rojeras? Y en ese papel pone: “Master en cement facial care”. Creo que si alguien no conoce a esa señora con esta carta sabe casi todo lo que tiene que saber de ella. Otra carta que me gusta especialmente es la de Preferentes, con Rato dándole a la campana, todo feliz, sin imaginarse nada de lo que luego se le va a venir encima. O la Bolsa, con unos señores en torno a un casino, apostando con personas y jugando a la ruleta con una bola de España. Creo que gran parte del valor del juego es que hemos hecho un buen resumen de esta década prodigiosa en pequeños detalles que puedes encontrar en cada carta.

No estamos en un país muy amable con las parodias o el humor

¿Os preocupa que se rebote alguno de los políticos que aparece en el juego? ¿Se ha quejado ya alguien?

Si alguien se enfada por estar aquí, lo que debería es preguntarse por qué está aquí. No hemos puesto a nadie gratuitamente. No conozco a ninguna persona que haya visto el juego y diga: “¿y este por qué?”. Todos tienen motivos sobrados, que es lo que debería preocuparles. Lo que sí nos dicen es “¿y este por qué no está?”. A lo mejor los que se enfadan son esos, por no ser lo suficientemente importantes.

Alguna queja ha habido de gente que se ríe con la idea y cuando ve el juego te dice, ¿por qué el 99% son del PP? No te dicen “¿y los ERE qué?” porque los ERE están. Pues mira, el 99% es del PP es una pregunta que te debería responder el PP y en el Parlamento, porque si eres fiel a la realidad es lo que hay.

El juego no es lo suficientemente popular como para que alguno de ellos se haya molestado, pero si consigue serlo, veremos qué pasa. No estamos en un país muy amable con las parodias o el humor.

¿Habéis tenido mucha ayuda externa para sacar adelante El Tesorero?

La verdad es que sí. Me gustaría agradecer a toda la gente que nos ayudó a hacer el juego realidad. Queremos destacar:

Fernando Berlín, su programa La Cafetera y su audiencia de la resistencia, que nos hicieron una promoción clave en el crowdfundig.

Al equipo de la película B, que nos ayudó en el crowdfunding con su película como recompensa y dándole difusión.

A La Marea, que también nos echó un cable difundiendo el proyecto y aportando recompensas.

A todos los mecenas, que creyeron en esto cuando era sólo una idea.

A los jugones Viciados de Mesa, La Mazmorra de Pacheco y Consola y Tablero, que nos apoyaron con videos y post durante el crowdfunding.

A la editorial Crazy Pawn y Gen X Games que nos recibieron para llevar este juego a las tiendas de toda España.

Y, por supuesto, a todos los corruptos de este país. Sin ellos, este juego no sería posible. Esperamos que lo tengan en la cárcel para que se sientan como en casa.