Faltan cuatro meses para conocer quién dirigirá Ciudadanos, pero las alarmas se han vuelto a encender en el sector crítico del partido ante unas nuevas primarias. Los procesos internos de cara a los comicios autonómicos trajeron de cabeza a los liberales. Ahora, el sector contrario al continuismo advierte de que el voto telemático será similar al del ‘pucherazo’ de Castilla y León.

La democracia interna en Ciudadanos es una asignatura a mejorar. Según desvela El Independiente, fuentes próximas a la cúpula naranja en Castilla y León, Madrid y Murcia ponen el foco en el pésimo precedente del partido en sus procesos internos. El sistema de votación es cuestionado por no contar con auditoría y control.

Así lo afirman los dirigentes del partido liberal. Además, agregan que siempre favorece a los candidatos que cuentan con mayor respaldo del aparato, como ocurrió con Francisco Igea y Silvia Clemente en las primarias de Castilla y León para los comicios autonómicos del pasado 28 de mayo, el ejemplo más mediático.

A pesar de que existe un clamor en el seno del partido de que Inés Arrimadas será la sucesora de Albert Rivera, no implica que lleve un cheque en blanco organizativo. Destacan fuentes del sector crítico, consultadas por El Independiente, que “es importante que la gestora sea plurarl y acepte que haya voces críticas con la que ha venido siendo la línea oficial hasta el desastre electoral”.

Estas mismas fuentes apuntan que “van a diseñar el modelo de primarias de marzo y el voto telemático está completamente en entredicho”. Han basado su argumentación en los procesos internos de las elecciones autonómicas.

De momento, las intentonas del sector crítico de limpiar las elecciones primarias y convertirlas en un proceso “transparente”, han quedado en agua de borrajas. Desde el partido aseguran que el método que se utilizará en marzo será idéntico al empleado a nivel territorial, con un sistema de votación electrónico que, a la postre, “está manchado de pucherazo”.