La Comunidad de Madrid sigue sin presupuestos. El acuerdo entre Partido Popular, Ciudadanos y Vox, que parecía cuestión de tiempo después de que Isabel Díaz Ayuso lograra sumar los apoyos necesarios para gobernar, se ha enquistado como consecuencia de las pretensiones de la formación ultraderechista. En este sentido, la presidenta madrileña y su vicepresidente, Ignacio Aguado, se resisten a pasar por el aro de la líder de la extrema derecha en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, con el debate del pin parental como último caballo de batalla.

Sin ir más lejos, el portavoz de los populares en la cámara madrileña, Alfonso Serrano ha pedido a Monasterio que se centre “en las cosas realmente importantes para hablar de Presupuestos” para seguir “apostado en la Comunidad, por el emprendimiento, la mejora de infraestructuras sanitarias, políticas sociales” por el contrario “va a seguir sumándose a la izquierda y apoyar un bloque en la Comunidad”.

Unas declaraciones que llegaban después de que la Mesa de la Cámara haya rechazado una iniciativa registrada por Vox que proponía que Ayuso y Aguado cobraran 950 euros hasta que aprobaran los presupuestos. Una decisión que el órgano madrileño ha tumbado argumentando que se trata de una cuestión "inviable". 

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Al respecto de este fallo, Monasterio ha acusado a azules y naranjas de “esquivar la obligación que tienen”. Asimismo, también ha afirmado que nadie “les ha ofrecido a negociar ningún presupuesto”

Por su parte, el portavoz del PSOE, Ángel Gabilondo, ha vuelto a tenderle la mano a Ayuso, destacando la importancia de sacar adelante las cuentas. Por ello, ha instado a la presidenta madrileña a que abandone su “dependencia” de Vox y convoque a todos los portavoces de los grupos para que escuche cuáles consideran estos que son sus prioridades para abordar unos presupuestos.