En una entrevista en EFE, en 2006, Rajoy se burló de la apuesta de Zapatero, considerándola “cantos de sirena, que no importan a nadie” ni sirven para nada. Un año después afirmó que la Alianza de las Civilizaciones “no sirve” para hacer frente a la amenaza del terrorismo islamista.

Su burla en 2008
En 2008, en un desayuno con periodistas se refirió de manera despectiva a un encuentro de la Alianza de las Civilizaciones celebrado en Madrid al afirmar que se estaba celebrando “una reunión a la que asisten mandatarios importantes: los presidentes de Finlandia, de Eslovenia, de Malasia, de Argelia y el propio señor Rodríguez Zapatero".

El PP intentó crear un lobby para desacreditar el proyecto
Según Mundo Árabe.org, en marzo de 2006 el Partido Popular intentó crear, junto con los representantes más ultras del Senado estadounidense, un lobby en Washington contra el proyecto de la Alianza de Civilizaciones, que tenía como propósito desacreditarlo. El entonces portavoz de Exteriores, Gustavo de Arístegui, se reunió con senadores, congresistas y altos representantes de la Administración Bush con ese fin.

Defenderá la Alianza de las Civilizaciones en la ONU
Hoy, Rajoy asistirá a una recepción con el presidente estadounidense, Barack Obama y el martes realizará su discurso ante la ONU en el que defenderá la Alianza de las Civilizaciones. En marzo pasado, el presidente del Gobierno dio un giro de 180 grados durante un encuentro en Seúl con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Rajoy, a quien prometió que mantendría el "compromiso político" de España con el proyecto impulsado por Zapatero.

Un asiento en el Consejo de Seguridad
La SER, hoy, cita a fuentes diplomáticas para explicar el cambio de criterio de Rajoy. La Alianza de las Civilizaciones es fundamental para que España pueda ocupar un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU en el bienio 2015-2016. Un puesto que también se disputan Turquía y Nueva Zelanda.

El objetivo de la Alianza de las Civilizaciones
La Alianza de Civilizaciones fue fundada en 2005 por Kofi Anann, entonces secretario general de la ONU, con el respaldo principal de Zapatero y de Recep Tayyip Erdogan, presidente islamista de Turquía. Su objetivo era "promover respuestas eficaces a las amenazas de la paz mundial". Aún recientes los atentados del 11-S en Nueva York y el 11-M de Madrid, se pretendía descriminalizar a los países islámicos y acercarlos a Occidente.