El diccionario del Español Jurídico define la cortesía parlamentaria, como el cuidado de las formas y el respeto a los oponentes. Todo lo contrario de los excesos verbales, las falsedades y los insultos que se han cruzado entre los escaños en los últimos tiempos.

Hasta tal punto se ha enrarecido y agriado el ambiente en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo, que lo que hizo el jueves el titular de Sanidad ha merecido todo tipo de comentarios elogiosos. Lo peculiar es que el ministro se limitó a llevar a cabo un gesto de buena educación: Salvador Illa agradeció a todos los grupos parlamentarios sus aportaciones a lo largo de este tiempo en la Comisión de Sanidad convocada periódicamente para analizar la evolución de la pandemia.

 "Agradezco la actitud de todos; yo he aprendido de ustedes. Quería dedicar un comentario a cada uno de ustedes, espero no crearles ningún problema”, expresó y ,a continuación, les dedicó frases de reconocimiento uno por uno.

Al diputado de Vox, Steegmann,   le dijo que “el médico que lleva usted dentro me ha enseñado cosas”. Alabó la calidad de la ex alcaldesa de Logroño y ahora diputada del PP, Cuca Gamarra, con quien se ha identificado por su experiencia en el ámbito local. De la representante del PNV, Josune Gorospe, elogió su sensatez y tono constructivo. También, la disposición continúa de Guillermo Díaz, de Ciudadanos, de querer ayudar.

No dejó a nadie sin una buena palabra. Resaltó la actitud municipalista de Canyadell de Junts per CAT y destacó que los representantes de ERC siempre han planteado alguna propuesta.

Tras admirar la vehemencia de Mayoral de UP, reconoció sentirse arropado por la socialista Ana Prieto. Algunos diputados le aplaudieron por ello durante el pleno de aprobación del decreto de la Nueva Normalidad. Enseguida las redes sociales lo difundieron: estamos tan poco acostumbrados a la generosidad que cuando alguien la despliega se convierte en noticia. 

Porque los gestos son importantes. Así ha ocurrido con el paseo de los reyes por Mallorca charlando con turistas alemanes e interesándose por su estancia en las islas, lo que hace más por la imagen de España que una batería de mensajes publicitarios internacionales. O la agradable actitud de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuando, después de haber alcanzado el complicado acuerdo sobre la prolongación de los ERTE hasta septiembre, felicitó a los agentes sociales por su buena disposición: “todos hemos cedido”, resumió.

Sería bueno que el ejemplo cunda y que en general los diputados y senadores suavizaran su discurso y cultivaran la armonía interior que es la que propicia un talante amable y de respeto hacia los demás. Todos ganaríamos.