Vox, el principal partido de extrema derecha en nuestro país, afronta con nerviosismo la que podría ser su última oportunidad para obtener representación en el Congreso de los Diputados. Y es que desde que exmilitantes del Partido Popular como José Antonio Ortega Lara, Alejo Vidal-Quadras o el mismo Santiago Abascal lo fundaran a finales de 2013, Vox ha ido perdiendo apoyos de forma paulatina.

 

En las elecciones europeas de 2013, Vox se quedó a tan sólo 2.000 votos de obtener un eurodiputado (cosechando 244.929 votos). Tras la marcha de Vidal-Quadras, la formación de extrema derecha tan sólo se hizo con 50.195 papeletas en las elecciones municipales de 2015. Exigua cifra que apenas aumentó el pasado 20 de diciembre, cuando Vox obtuvo con Santiago Abascal como cabeza de cartel apenas 53.507 sufragios.

 

La pérdida de votos ha ido acompañada de numerosas crisis internas y escándalos relativos a su posible conexión con la secta El Yunque y a la opacidad de sus cuentas. Conscientes de todo ello, desde Vox han diseñado una campaña muy agresiva, primando la obtención de notoriedad mediática a sus polémicas propuestas políticas.

Héroes del ridículo
Sin ir más lejos, el pasado lunes Vox dio la nota en Gibraltar colgando una bandera de España. Tras su ‘proeza’, el líder de la formación en Madrid acabó detenido y su secretario general tuvo que huir a nado hasta territorio español.

 

 

Días antes, Vox también consiguió colarse en los informativos después de que su líder jurase bandera y en pleno subidón de adrenalina, la formación ultracatólica publicase un nuevo tuit en el que llamaban al líder de Podemos "¡payaso!" bajo la siguiente amenaza: "En el Congreso nos vemos".

 

 

¿Diputado por Madrid?

Además de obtener el apoyo decidido de Fernando Sánchez Dragó, desde Vox aseguran que este tipo de acciones les permitiría obtener un diputado por la circunscripción de Madrid. Para ello, deberían conseguir al menos el 3% del total de los sufragios que se emitan el próximo 26 de junio. Una cifra que a priori se antoja difícil si se tiene en cuenta que el pasado 20 de diciembre, apenas alcanzó el 0,62% del total de los votos emitidos.

 

 

Preguntadas a este respecto, las principales formaciones políticas de este país consideran que la encuesta difundida por Vox (en la que supuestamente alcanzarían un 4% del voto en Madrid, obteniendo así un diputado), carece de veracidad. De hecho, consideran que el sondeo no es más que otra acción encaminada a obtener repercusión mediática y animar a su electorado.