“La familia sí importa”. Un grito que resonó de forma repetida en el corazón de Madrid uniendo a altos cargos del PP, como Ana Botella o Esperanza Aguirre, y a las asociaciones más reconocibles de la extrema derecha española. Colectivos como Derecho a Vivir, Hazte Oír, Foro de la Familia, One of Us o la Asociación Católica de Propagandistas consiguieron reunir, con el inestimable apoyo de los autobuses fletados por el PP, su brazo político en aquel momento, a cientos de miles de personas que clamaron contra los avances sociales del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Desde 2005 hasta el final de su mandato los populares ejercieron una oposición feroz al avance en materia de igualdad, poder de decisión e inclusión. El matrimonio LGTBIQ+ hizo a todas estas organizaciones de tinte confesional clamar al cielo con toda suerte de exabruptos. El aborto los volvió a congregar.

Ahora, resurgida el ala aznarista en Génova y con Vox en el centro del debate público como tercera fuerza parlamentaria, la derecha vuelve a amenazar con presionar desde la calle para frenar las medidas que se tratan de impulsar desde el Gobierno de coalición. Ganar el debate ideológico es la principal premisa de la extrema derecha y no han dudado en demostrarlo con sus primeras medidas propuestas en aquellas regiones en las que su apoyo es necesario: el pin parental en las escuelas y la derogación de la ley de memoria histórica en la hoja de ruta en las instituciones.

Ahora, después de que el Congreso de los Diputados se mostrara a favor de la tramitación de la Ley de Eutanasia, que el ministro Salvador Illa pretende aprobar en junio, estos grupúsculos vuelven a la palestra y aprovecharán el 22 de marzo, día internacional de la vida, para llenar de color las principales arterias de la capital. El año pasado, los organizadores ya contaron con el apoyo de PP y Vox, por lo que este año ya han iniciado la cuenta atrás para la celebración de una multitudinaria manifestación.

“Pedimos a los políticos de todo signo, que la defensa de la vida humana y su cuidado, desde su concepción a su fin natural, sea un asunto prioritario y urgente, en el que se impliquen con conocimiento y convencimiento y legislen sin  fisuras ni excepciones, por el derecho a la vida de todos, por ayudar a las embarazadas en dificultades, por permitir el acceso a los cuidados paliativos a quienes los precisen y por atender adecuadamente a las personas con necesidades especiales, a las que se encuentran enfermas, son ancianas o sufren violencia de cualquier tipo”, exponen en su manifiesto los organizadores, a cuya marcha se vuelven a unir las asociaciones más ultras del panorama nacional.

Esta petición en forma de manifestación contará con representación política. La misma que esta semana ha catalogado los planes del Ejecutivo como una solución para reducir costes en sanidad, convirtiendo al Estado en máquinas de matar. La oposición sale a la calle. Pedro Sánchez, como Zapatero, tratará de aplacar a golpe de mayoría su reactividad.