Gracias a su 3-0 a Turquía, este viernes España se consolidó como la selección más goleadora de la Eurocopa y consiguió ser la primera selección que marca más de dos goles en un partido en esta competición. Extiende así La Roja su racha sin perder ni encajar un gol en fases finales europeas.

Buenos momentos para el combinado nacional que han servido para apaciguar las críticas que Vicente del Bosque lleva sufriendo por parte de la caverna mediática desde que España cayera eliminada a la primera de cambio en el pasado mundial de Brasil.

Silenciando las críticas
Ahora que el viento sopla de cara y que todo vuelven a ser elogios para Del Bosque, conviene recordar que periódicos como ‘Libertad Digital’ han cuestionado por sistema todas sus decisiones. En los últimos meses, los medios de la caverna nunca parecían estar conformes con la lista de jugadores que Del Bosque seleccionaba para el combinado nacional y periodistas como Federico Jiménez Losantos le acusaban de ser un “maldicho” y una persona “insoportable” y  “mala” que se había convertido en “un marqués rico”. 

Incluso, desde la derecha propagaban la idea que del Bosque se había “hecho del Barça”. Nada más lejos de la realidad. Vicente del Bosque nunca ha dejado de amar al Real Madrid y pese a las presiones e insultos recibidos, tampoco ha tenido reparos en defender públicamente y con ahínco sus opciones políticas.

El origen de tanta animadversión
Porque ha sido precisamente su posicionamiento político el que ha desatado las criticas más feroces contra este salmantino humilde que no ha olvidado que su padre era un ferroviario de izquierdas. Y es que detrás de cada crítica a su sistema de juego o a las alineaciones que planteaba en los encuentros, lo que realmente se ocultaba era la animadversión hacía un entrenador que nunca ha ocultado sus diferencias con el Partido Popular -y en los últimos meses, también con Podemos-. 

Prueba de ello es que el 3 de junio de 2003, cuando Florentino Pérez prescindió de sus servicios como entrenador del Real Madrid -pese a que apenas habían transcurrido 24 horas de la consecución del título de liga-, el ahora seleccionador del combinado nacional no tuvo reparos en evidenciar sus discrepancias con Florentino Pérez y exponer públicamente su idolología.

Hijo de un ferroviario de izquierdas
El Madrid buscaba  “un entrenador más guapo, que  hablase inglés (…) y no el hijo de un ferroviario de izquierdas”. Pero del Bosque no traicionó la memoria de sus antepasados ni ocultó su ideología. Así lo demostró en la entrevista que aquella noche concedió a José Ramón de la Morena en ‘El Larguero’ de la Cadena Ser.

“Mi padre se llamaba Fermín. Era el empleado ideal. Primero en la compañía ferroviaria y después de encargado de una empresa de material de construcción y administrativo en La Casera. Era un hombre de buenas ideas. Recuerdo mi infancia, eran años difíciles, especialmente difíciles. Esas generaciones fueron las que más sufrieron, tuvieron una guerra, una posguerra. Nosotros éramos dos hermanos y en la cocina nuestro padre nos contaba sus experiencias... No es que disfrutara contándonos sus sufrimientos, es que son vivencias que marcan. Él era del sindicato en la compañía ferroviaria. Con 19 años le llevaron detenido a un campo de concentración, cerca de Munguía... Murió en el 82. Era un hombre recto, cabal, sin dobleces. Nosotros le decíamos que se había quedado parado en el tiempo. Su nobleza es lo que más me marcó. Era un hombre poco dado al lujo”. 

 

El enemigo a abatir
Desde entonces, la caverna se la tiene jurada a Vicente del Bosque. No importa que el salmantino haya conseguido que España gane un mundial. Tampoco le reconocen su trayectoria en el Real Madrid -con Champions incluida-, ni su inigualable palmarés. Vicente del Bosque es de izquierdas y por tanto, el enemigo a abatir. 

Críticas que nunca han achantado al entrenador de La Roja. Sin ir más lejos, el pasado 29 de abril del Bosque abogó  porque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se echase a un lado y dejase paso a otros líderes políticos. Del Bosque tampoco tuvo reparos en mostrar su cercanía con el PSOE y su distancia con Podemos. “Pablo Iglesias no es joven ni prometedor", afirmó con la valentía que le caracteriza.

“Pablo Iglesias no es un jugador joven, ni prometedor. No es virgen. Lleva muchos años en la política. Tiene sus cosas buenas, pero no me gusta que haya focalizado todo su empeño en el PSOE. Además, llamándose Pablo Iglesias, ¡coño!”, dijo un seleccionador que pese a quien le pese, no se calla.