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La 'gira' de fascistas italianos por España para homenajear a los voluntarios enviados por Mussolini para apoyar a Franco durante la Guerra Civil ha indignado a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), molestos por la cobertura del consulado italiano a los actos y por la pasividad de las autoridades españolas.

El embajador también se sumaba
La participación oficial de la Administración italiana a través del consulado y su cónsul honorario Massimo Marchetti resulta chocante, pero hubo un tiempo muy próximo en el que incluso el embajador se sumaba como si tal cosa al homenaje de los fascistas muertos durante la "Cruzada de Liberación Nacional" en España y ahora intentan desmarcarse de los actos atribuyéndolo a la orden capuchina que ofició la misa. Lo denunció ELPLURAL.COM en 2008 con motivo también de una festividad de los Difuntos el 2 de noviembre, cuando el entonces embajador de Italia, Pasquale Terracciano, y su agregado militar, Umbertto Castelli, acudieron al homenaje fascista en la Iglesia de San Antonio de Padua (Zaragoza). También estuvo entonces Marchetti, que ha vuelto repetir este año como cónsul honorario. En aquel año los capuchinos señalaron a la embajada como organizadora del acto.



Choque con Enric Sopena
El director de ELPLURAL.COM, Enric Sopena, denunció de forma contundente desde este digital la participación del representante del Gobierno italiano en aquel acto: "¿Debe el embajador de Italia en España, Pasquale Terracciano, rendir honores a los soldados italianos muertos en España durante la guerra civil, bautizada -por los obispos de la época y por los falangistas- Cruzada de Liberación Nacional? ¿Estamos ante la injerencia de un país extranjero en la política española? Entonces lo fue. ¿Ahora, también?". Recordaba así que tanto Mussolini como Hitler fueron los dos dictadores que respaldaron a Francisco Franco "con armamento, logística y tropas".

El embajador intentó justificarse...
La embajada italiana replicó entonces con una carta a ELPLURAL en la que argumentaban que la capilla en la que se celebró la misa "está dedicado a todos los caídos italianos, puesto que en él han encontrado sepultura con igual dignidad tanto los pertenecientes al Cuerpo de misión voluntario que apoyó al general Franco, cuanto los de las Brigadas Internacionales que sostuvieron al bando republicano". Pero en la misa la sensibilidad iba por un solo lado, como había subrayado Sopena: "Se celebró misa y actuó el coro. Todo esto sirvió de caldo de cultivo para el desahogo en cuanto a himnos y brazos en alto, a la romana, de sectores de la extrema derecha española e italiana. Lo que era evidentemente previsible sucedió".

... pero le salió mal la estrategia de la "equidistancia"
El director de ELPLURAL recordó que al embajador que en cualquier caso no era válido "exhibir equidistancia entre el fascismo y la democracia" ya que "no es lo mismo morir por la libertad que morir por el totalitarismo". La nota de embajada también echaba balones fuera sobre los brazos en alto al decir que si "posteriormente a la visita [del embajador] tuvo lugar una manifestación de núcleos nostálgicos [del franquismo y del fascismo], hay que condenarla rotundamente". Sopena lamentaba entonces que el embajador, representante del Gobierno de Berlusconi, no se hubiera hecho desmarcado de esas exhibiciones fascistas inmediatamente después de que se produjeran y no tras el escándalo mediático. Ahora no está Berlusconi, el embajador es otro y se muestra más cauto con estos actos, pero lamentablemente y para dolor de las víctimas del franquismo el homenaje se sigue produciendo con la presencia y apoyo del cónsul honorario.