El 21 de julio Pablo Casado se convirtió en el nuevo presidente del Partido Popular al vencer a Soraya Sáenz de Santamaría en la segunda ronda de las primarias del partido. Una victoria que no podría haberse dado sin un elemento fundamental: el apoyo de la tercera en discordia, María Dolores de Cospedal. De esta manera, la expresidenta de Castilla-La Mancha consumaba su venganza contra su enemiga íntima.

Casado supo apreciar el gesto, ofreciendo puestos en su nueva ejecutiva a personas afines a Cospedal, como Dolors Montserrat (portavocía del Congreso), Isabel García Tejerina (vicesecretaria general de Acción Sectorial), Rafael Catalá (secretario de Justicia y Administraciones Públicas) y Juan Ignacio Zoido (presidentcia del Comité Electoral), entre otros.

Sin embargo, menos de cuatro meses después, esta relación vive sus horas más bajas, tras la salida de Cospedal del partido. Según apunta el diario El Mundo, la marcha de la exsecretaria general del PP ha abierto grietas en la dirección del partido. El citado medio afirma que se han formado dos bandos populares: los cospedalistas y los casadistas.

Casadistas

Las declaraciones de Casado en el congreso del PP europeo, celebrado el jueves en Helsinki (Finlandia), en las que manifestó que serán "inflexibles con cualquier irregularidad o ausencia de honestidad, sea quien sea y se haya hecho cuando se haya hecho" no han sentado nada bien entre los más afines a Cospedal. 

Tampoco han gustado nada las declaraciones de Javier Maroto, vicesecretario de Organización del partido y hombre fuerte de Casado, a Onda Cero. "Aquellos que no entiendan que la conducta de nuestro partido tiene que ser limpia, ejemplar y transparente, no caben", dijo. Asimismo, Maroto cargó también contra la antigua ejecutiva de Rajoy, afirmando que la marcha de votantes a Ciudadanos y Vox no solamente responde a casos de corrupción, sino a "la reacción que se ha tenido ante ellos", porque "se ha mirado a otro lado". 

Cospedalistas

Antes de estas palabras, Cospedal había dejado la formación cargando duramente contra él. "Un partido que no es capaz de defender a los suyos cuando están siendo injustamente atacados no puede esperar que los ciudadanos confíen en él", manifestó. 

Y frente a los discursos de Casado y Maroto, se han posicionado cospedalistas como Zoido o Catalá, que no han dudado en mostrar su tristeza ante la marcha de ésta. "Un día triste, pero al mismo tiempo ha demostrado, una vez más la altura de miras que tiene y su generosidad para no perjudicar al partido y ante las inminentes elecciones en Andalucía", dijo el exministro de Interior. Por su parte, el antiguo propietario de la cartera de Justicia también habló de "sensación de tristeza" y "ejercicio de generosidad" y lamentó su renuncia porque el PP "pierde a una extraordinaria dirigente". 

26 de mayo, fecha clave para el desenlace

Ambos bandos se sienten molestos por el cruce de declaraciones. Los cospedalistas consideran que se ha tratado con mucha "frialdad" y "dureza" el asunto, según han manifestado fuentes del partido a El Mundo. Por su parte, la dirección de la formación azul aboga por "pasar página".

Por último, el medio señala que las listas para las elecciones europeas y las candidaturas municipales serán la gran prueba de fuego para conocer realmente la magnitud de este sonado desencuentro.