En las últimas primarias internas de su partido, el alcalde de la sexta capital de España y del municipio más importante que aún le queda al PP, Málaga, comenzó apoyando a Cospedal frente al aparato sorayista de los populares andaluces de Moreno Bonilla. En última instancia dio un viraje en la segunda vuelta y terminó apoyando con contundencia y activismo a Pablo Casado y hoy es una referencia del municipalismo que exhibe Génova 13.

Ayer, cuando miles de militantes del Partido Popular y prácticamente la mayoría de los dirigentes nacionales, regionales, provinciales y locales exhibieron sin pudor su orgullo de derecha sin complejos en la Plaza de Colón en Madrid, al lado de Vox y lindando con los grupos ultras de España 2000, Hogar Social, ADÑ o Falange Española y de las JONS,  el alcalde -de 76 años  y que quiere seguir hasta los 80 en el próximo mandato- se sumó al intento de Casado, y de todas las derechas que se concentraron en Madrid, de quitar a Pedro Sánchez de La Moncloa.

Abre portadas con su disponibilidad de pactar con Vox


Para ello no dudó en abrir la portada del 'Diario Sur' con unas provocadoras declaraciones en las que, tras definirse frívolamente como el alcalde “esponja” que absorbe y se arrima a todas las ideologías, declaraba: “Soy de centro, aunque tengo una gran sensibilidad con el centroizquierda”. Pero rizando más el rizo adelanta que entre sus preferencias para un posible pacto estaría repetir con Ciudadanos -actualmente son los naranjas los que lo mantienen tras perder la mayoría absoluta- y la ultraderecha de Santiago Abascal.  

La declaración de intenciones más nítida a lo largo de la entrevista se produjo cuando el periodista, a la vista del desastroso resultado del PP en los últimos comicios regionales, le preguntó por sus opciones de pactos para mantenerse en la alcaldía tras el 26 de mayo y si estaría dispuesto a acordar con Vox. Al principio se muestró remolón y evasivo: “Ya se verá. Mi primera obligación, gobernar solos. Segunda, poder gobernar con Ciudadanos”. Repreguntado insistentemente va cediendo hacia su disponibilidad a pactar con Vox: “Si fuera necesario, aunque ese escenario”. Vuelve a insistir en periodista y le espeta “¿Entonces si fuera necesario no le haría ascos?”. La respuesta ya es más clarificadora: “No tiene por qué. La democracia es aceptar los resultados…”

Alcalde perpetuo


De la Torre desea perpetuarse como político y parece que para ello “no le hará ascos” a nada. Lleva 45 años en política. Con 28 años, en 1971 y en pleno franquismo, fue nombrado presidente de la Diputación de Málaga y desde hace un cuarto de siglo que entró como concejal con Celia Villalobos, no ha abandonado el ayuntamiento de la capital costasoleña. Pero las cosas no pinten nada bien para los próximos comicios para el Partido Popular en Málaga. En las recientes elecciones autonómicas del 2 de diciembre el PP pasó  a ser la tercera fuerza política tras PSOE y Ciudadanos y con Adelante Andalucía, la marca de Podemos, muy cerca de igualarle y Vox con un 13 por ciento que le daría dos concejales como mínimo si los datos fueran extrapolables a unos comicios locales.

De la Torre, presidente diputación franquista 1971

 

Mantiene a posible imputados en su gobierno


A estos pésimos resultados hay que unirle la mayor crisis política que ha vivido y que casualmente ha surgido esta semana al solicitar la fiscalía la imputación para dos de sus concejales y a renglón seguido decir el juez abrir diligencias por este caso de presunta corrupción en la Gerencia de urbanismo dependiente del ayuntamiento que preside Francisco de la Torre. Un caso que ha hecho que su único apoyo haya decidido romper el acuerdo de estabilidad y pasar a la oposición a tres meses y medio de finalizar el mandato. Una crisis que puede a ir a más ya que De la Torre en esta misma entrevista desafía al acuerdo PP-Cs regional y que mantiene el gobierno autonómico. El alcalde hace caso omiso de este acuerdo que dicta que ningún imputado debe de seguir en política y ni mucho menos ser candidato y asegura que ambos concejales irán en su lista municipal. De hecho esta semana los ha respaldado incluyéndolos en su comité electoral.

Lo dicho, un alcalde “esponja” al que le da lo mismo gobernar con Ciudadanos, decir que no le hará ascos a hacerlo con Vox y que si tiene que ir a un acto de republicanos y fotografiarse con la tricolor pues lo hace: “Pues si hay que ir se va”, dirá.

El alcalde de Málaga Francisco de la Torre en un homenaje a las víctimas del franquismo