Los jubilados españoles están protagonizando lo que se ha catalogado como su 15M particular. La subida de las pensiones del 0,25%, que ha provocado una pérdida de poder adquisitivo superior a un punto porcentual y el recorte de 350 euros al mes, ha sacado a los pensionistas a la calle. El pasado jueves 22 de febrero se concentraron en varios puntos de la geografía española, y este lunes, repiten en Bilbao. Todos claman contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy y la “subida de mierda” de la ministra Fátima Báñez. Y es que, el propio Rajoy prometió durante la campaña electoral en 2011 (incluso desde antes, 2010) que subiría las pensiones y el poder adquisitivo de los jubilados: “Es una línea roja”. ¿Dónde quedaron esas promesas?

Tal y como recogen en Maldita Hemeroteca, Rajoy aseguró que devolvería “el poder adquisitivo que han perdido” los pensionistas porque “con este tema no se juega. Siempre se van a regularizar según el índice del coste de la vida”, aseveraba. De hecho, llegó a referirse con cierto desprecio hacia José Luis Rodríguez Zapatero: “Éste [refiriéndose al presidente socialista] va a bajar la renta de las pensiones”.

Una de las primeras espadas del PP que mas duras fueron fue María Dolores de Cospedal, quien aseguró que las pensiones eran “una línea roja” que jamás se cruzaría. En la misma línea se movía Esteban González Pons, quien apuntó que “vamos a devolverles a los pensionistas todo lo que les haya quitado Zapatero”.

La actual vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguraba que si gobernaba el PP las pensiones “se van a subir. Se ajustarán a la subida de la vida”.

Pero eso, tal y como denotan las imágenes de los jubilados en las calles de España, no ha ocurrido. Tiempo ha que el sistema de pensiones no es sostenible (desde que Rajoy metiera la mano en la denominada hucha de las pensiones). No obstante, el Ejecutivo de Rajoy no ha presentado una propuesta en el seno del Pacto de Toledo para reestructurar y equilibrar el sistema.

De hecho, fue con la reforma de 2013 cuando Rajoy introdujo el Factor de sostenibilidad, que no es otra cosa que el incorporar al cálculo de la pensión la variable “esperanza de vida”. En otras palabras, a partir de 2019, a medida que aumente la esperanza de vida, disminuirán las pensiones.

El PP hizo de las pensiones un auténtico arma electoral. Cuando llegaron al Gobierno, insistieron en su promesa de revalorizar las pensiones de acuerdo al IPC, aunque finalmente hicieron una reforma que las desligaba del coste de la vida.

El falso anuncio de Báñez: la ley ya existe y no la cumple