El próximo 30 de marzo, Vox anunció a bombo y platillo un evento multitudinario en Barcelona. El escenario sería el Palau Sant Jordi de la Ciudad Condal. La formación ultra querría repetir el ‘éxito’ que supuso el mitin de Vistalegre en octubre, lo que lo catapultó a todos los esfuerzos.

Pero desde el Ayuntamiento que rige Ada Colau se están planteando la manera de negarle a la fuerza ultraderechista este espacio.

Obras en el Palau

El Palau pertenece al Consistorio barcelonés, y la formación de Santiago Abascal quiere alquilar ese espacio para ofrecer una prueba de músculo y parece que han encontrado la solución definitiva.

Según ha publicado el digital Tot Barcelona, el Consistorio “llevará a cabo trabajos de mantenimiento que no se pueden posponer”. Así lo aseguran desde la empresa municipal que gestiona el Anillo Olímpico, donde se incluye el Palau. “No hay disponibilidad en el Palau Sant Jordi”, explican.

Vox se queja

Vox ha denunciado este viernes que el Ayuntamiento de Barcelona les ha negado el uso del Palau Sant Jordi para un acto electoral el 30 de marzo alegando "trabajos de mantenimiento", y anuncian que ese mismo día realizarán "una gran concentración" en la ciudad condal en caso de que el consistorio no rectifique.

"Ante la actitud partidista y contraria a la libertad que ha mostrado la administración dirigida por la señora Colau, (...) en caso de que no rectifiquen en su decisión, convocará a una gran concentración en Barcelona", señalan, para añadir que "la España Viva estará presente en Barcelona, aunque la alcaldesa decida usar los espacios públicos para su propio interés y el de sus socios socialistas en el gobierno municipal".

El ruego de Collboni

Pero antes de esto, el alcaldable del PSC por Barcelona, Jaume Collboni, solicitó a la alcaldesa que no permitiera a Vox un acto político el 30 de marzo en el Palau Sant Jordi, ya que es un edificio municipal. "Un partido de ultraderecha que fomenta el odio como discurso político no puede tener cabida dentro de un espacio público municipal", alega.

En declaraciones a los periodistas, el concejal ha anunciado que su grupo propondrá en la comisión de Presidencia de la próxima semana crear un protocolo de cesión de usos de espacios públicos para garantizar que no se conceda a colectivos "contra mujeres, personas LGTBI y personas migradas".

La cesión de un espacio público "se tiene que regir por los principios democráticos y de libertad de expresión, pero también de respeto a la diferencia y la pluralidad", y ha añadido que ceder el edificio para este acto va contra los valores que representa Barcelona.

Ha considerado de obvio que los espacios públicos son de todos pero ha apostado por que sean lugares neutrales que representen la convivencia. "La respuesta inmediata por parte del Gobierno municipal debe ser no autorizar el mitin".