Desde bien temprano de la mañana, este sábado, en el que se sabrá quién será el presidente del PP para los próximos tiempos, el tráfico fue denso para llegar hasta el hotel Marriot Auditorium, donde se celebra el XIX Congreso Nacional del PP. A las puertas del hotel, para ser crítico y conseguir salir en alguna foto de la prensa un hombre iba ataviado con la bandera republicana y con la senyera catalana.

Una larga, y disciplinada, cola de compromisarios destacaba en los pasillos para entrar al plenario y escuchar si finalmente se presentarían dos candidaturas o una única. Finalmente, fueron dos, la de Soraya Sáenz de Santamaría (de Valladolid) y la de Pablo Casado (de Palencia, de la misma comunidad autónoma, Castilla y León, y a 50 kilómetros de distancia). Había expectación por la llegada de los candidatos.

Guerra de cánticos

Con algo de retraso, poco después de las 9:30 horas, comenzó la segunda jornada del congreso. Entró primero Mariano Rajoy, que fue aclamado. Después, apareció Sáenz de Santamaría, con su equipo de campaña, a gritos de “presidenta, presidenta”. Su abrazo con Rajoy fue efusivo. Luego, entró en escena, Casado, también con su equipo de campaña y a gritos de “presidente, presidente”. Incluso, se coreó su nombre “Pablo, Pablo”. Los seguidores de Sáenz de Santamaría reaccionaron y acompañaron a la exvicepresidenta del Gobierno con un fuerte “Soraya, Soraya”. Hubo una breve guerra de cánticos. El abrazo de Casado a Rajoy fue igualmente efusivo.

“Soy Soraya, la del PP”

Y empezó la segunda jornada, la electoral, del XIX Congreso Nacional del PP. Ana Pastor, como presidenta de la mesa, anunció formalmente las dos candidaturas. Acto seguido, por sorteó, Sáenz de Santamaría defendió la suya, presentándose como la candidata de las bases. Lanzó guiños al valor de la familia, a las mujeres del PP, a la lucha contra la corrupción, a las víctimas del terrorismo y a la prisión permanente revisable, entre otras cosas. Aseguró que el suyo es un partido honrado y que tienen la misma corrupción  que otros partidos, pero que les ha pesado más que al resto.

“Soy vuestra compañera y lo he sido siempre. No dejaré de serlo. Creo en vosotros y en el PP. Este partido es el que más cree en España. Soy Soraya, la del PP. Y mi partido es el PP. Nunca veo a un compañero como un adversario. Mis adversarios son los mismos que los de Pablo, los socialistas, los populistas y los independentistas. No he hecho campaña en contra de nadie. He hecho campaña a favor del PP”, pronunció. “Estaría en tu lista, Pablo, si me lo hubieras pedido”, lanzó como mensaje al otro candidato. Cuando se refirió a Rajoy y lo ensalzó, éste se emocionó. “La única tristeza que tengo es no haber traído aquí una candidatura de integración, probablemente sea yo la responsable”, señaló. El público gritó “unidad, unidad”. Tiró de abanico con la bandera de España para hacer marketing político, y ya de paso lidiar con el calor de la sala. Por último, dio la lista de lo que sería su equipo y prometió que “este partido no va a prescindir de nadie”. Dijo que propondrá a Fátima Báñez como secretaria general. Terminó su intervención a las 10:38 horas, tras hablar casi una hora y más tarde de las 10:30 horas, cuando estaba previsto según la agenda, el nombramiento de las mesas de votación.

“Seremos capaces de trabajar conjuntamente dentro de tres horas”

Tocó el turno de Casado, que se apresuró a besar a Sáenz de Santamaría cuando ella bajaba del escenario. Se hicieron unas fotos juntos. Cuando llegó al atril, escuchó “Pablo, Pablo” y “presidente, presidente”. “Tú nos has traído hasta aquí y estoy muy orgulloso de haber sido tu portavoz. Gracias presidente”, afirmó en alusión a Rajoy. Agradeció a los demás precandidatos, que no llegaron a la segunda vuelta. Cuando citó a María Dolores de Cospedal, el auditorio se levantó a aplaudirla. Del mismo modo, agradeció a Sáenz de Santamaría su “campaña limpia”. “Seremos capaces de trabajar conjuntamente dentro de tres horas”, destacó a su rival. Animó a votar libremente.

Mostró su carné de afiliado para acercarse a los presentes. “Empecé desde abajo, como vosotros”, manifestó. Sostuvo que se presenta para recuperar “la ilusión, que es necesaria”. “Quiero que volvamos a sentir ese orgullo de pertenecer al mejor partido de España”, subrayó. Ofreció un “proyecto de unidad”. “Somos el partido de la España que madruga”, aseveró. Sus seguidores se levantaron a aplaudirle cuando declaró que “somos el partido de la libertad”, en un momento en el que su discurso fue muy parecido al de Albert Rivera, líder de Ciudadanos. “Aquí no cabe un solo corrupto, pero haré que se respete al PP. Ya basta de juicios paralelos”, avisó. El auditorio se levantó, después de que pusiera a Alberto Núñez Feijóo como ejemplo. A Rajoy se le vio en algún momento mover una de las piernas constantemente, como si estuviera inquieto o con ganas de terminar. El mitin de Casado, con gotas de sudor en la cara, debido al calor de la sala y de las luces que le enfocaban, concluyó con un “¡Viva el PP, viva España!” a las 11:23 horas, tras un discurso más corto que el de Sáenz de Santamaría. Estuvo siete minutos más dando los nombres de su equipo. Señaló que no aclararía su estructura orgánica porque no iba a dejar a su rival “los sitios que sobran”. Se comprometió a integrar a todo el equipo de Sáenz de Santamaría. Tras esto, Pastor precisó que la votación se realizaría en 25 mesas. Las votaciones comenzaron algo antes de las 12:00 horas.