La provincia de Sevilla es un importante y tradicional feudo del Partido Socialista y cuna del nacionalismo andaluz. Por ello, cada una de las cinco alcaldías en manos del Partido Popular se celebra como una gran victoria y se valora el doble. Aunque esto también tiene riesgo. Cuando se pierde una de esas plazas se siente como una amputación para el PP andaluz.

Ese debe ser el temor que actualmente se percibe en Tomares, donde el popular José Luís Sanz lleva gobernando con mayoría absoluta desde 2007. En las últimas elecciones de 2015 conservaron esa mayoría absoluta por apenas un edil.

Las previsiones para los próximos comicios de mayo no deben ser demasiado positivas, ya que el actual alcalde se ha asegurado un puesto en el Senado presentándose como número uno en las listas del PP sevillano. Una previsible huida que se conjuga con los últimos esfuerzos para movilizar a su electorado. Esfuerzos que muestran la trascendental importancia de este municipio como objetivo de máximo nivel para el partido a nivel nacional.

En estos días de precampaña, dos pesos pesados de la derecha se han paseado por este pueblo Sevillano. José María Aznar acudía a firmar ejemplares de su octavo libro y aprovechaba para advertir sobre los peligros de dividir el voto: “No es momento de darse una alegría o de irse al recreo (…) O el voto de centroderecha se unifica o Sánchez gana las elecciones”. Uno de los máximos exponentes de la 'caverna', Federico Jiménez Losantos, también se ha desplazado recientemente a Tomares con todo su elenco de tertulianos para grabar una edición de su programa Es la mañana de Federico en el auditorio municipal.

"¡Claro que se ha pagado con dinero público!", responden desde la formación socialista de la localidad a preguntas de ElPlural.com. Y añaden que ésta no es la primera vez que les tienen que denunciar ante la Junta Electoral.

Un panorama bastante distinto parece perfilarse desde el grupo socialista de la localidad, donde las puertas se abren para que entren personalidades en lugar de para que se marchen. De forma excepcional, la candidata Cristina Pérez daba un paso atrás para ceder el puesto a Ángel Molero, asesor de la Dirección General para la Memoria Histórica y coordinador de proyectos de exhumación, elegido el pasado febrero como número uno de los socialistas por aclamación popular.