En la primera entrega de esta serie sobre el defenestrado Granados, ELPLURAL.COM repasaba las primeras andanzas de este popular en Valdemoro, la ciudad que dirigió y en la que fue reelegido en 2003 con una campaña basada en el regalo de botellas de aceite de dudoso origen. Pero en aquel 2003 también fue incluido en las listas a la Asamblea, y allí, a pesar de ser un dirigente sin peso en el partido, ya llegó convertido en un hombre de la plena confianza de Aguirre.

Consagrado por el tamayazo
O quizá la presidenta regional vio buenas condiciones en el alcalde de Valdemoro para hacer méritos, y es que aquella legislatura nacía marcada por el Tamayazo, el escándalo de transfuguismo por el cual dos diputados del PSOE impidieron que gobernaran en la Comunidad los socialistas junto a IU, dejando a Simancas sin presidencia. Tras repetirse las elecciones, Aguirre ya pudo conseguir la mayoría absoluta para gobernar.

Una comisión cerrada en falso
En aquel intervalo, Granados fue ya secretario general del grupo popular y presidente de la Comisión de Investigación parlamentaria que debía arrojar algo de luz sobre el tamayazo. La comisión se cerró en falso sin esclarecer nada, las elecciones se celebraron y el PSOE, todavía conmocionado por el escándalo, sufrió el castigo de las urnas.

El candidato de Aguirre se impuso al de Gallardón
Aguirre debía estar satisfecha de la labor de Granados, pues una vez repetidas las autonómicas madrileñas en octubre de 2003 la flamante presidenta ya con mayoría absoluta le nombró consejero de Transportes e Infraestructuras, una de las carteras más apetecidas por su capacidad para repartir contratos. Apenas un año después, le concedió nuevas responsabilidades y le dio las riendas del PP de Madrid como secretario general del PP de Madrid. Granados cumplió su cometido y se movió habilmente para defender los deseos de la presidenta, hasta el punto de que el candidato de Alberto Ruiz-Gallardón, Manuel Cobo, se tuvo que retirar al no conseguir los avales necesarios en su propio partido. El enfrentamiento con el vicealcalde fue duro y dejó algunos episodios de tensión que se revivirían más tarde en otro episdio sonado, aunque esa ya es otra historia.