Este miércoles, la candidata a liderar el Partido Popular, Soraya Sáenz de Santamaría ha acompañado a Susanna Griso como invitada en Espejo Público. Hablando sobre su relación con Oriol Junqueras y su gestión sobre la independencia de Cataluña ha querido recordar la anécdota del día en que se reunieron por segunda -y última- vez.

Dice Santamaría que le “sorprende mucho los desplantes que estoy viendo al Rey, desplantes que son inmerecidos y se hacen al conjunto de los españoles porque le puedo asegurar que ese día andaban todos como locos por salir en la foto”. La famosa foto en la que, la entonces vicepresidenta, recuerda: “Entre los empujones y que no soy muy grande me quedé detrás”. Se ríe, o sonríe, mientras se acuerda de que en aquel momento se quedó detrás del monarca y de Oriol Junqueras, que “no son precisamente pequeños” y fue el rey quién preguntó: “¿Dónde está Soraya?”. En ese momento, Junqueras cogió a Soraya Sáenz de Santamaría por los hombros con el fin de dejarle paso y que se situara delante, con ellos, y dejó las manos apoyadas en sus hombros.

En ese momento, Felipe VI comentó: “Esta va a ser la portada de mañana. Y por eso nos estamos riendo”, dice Santamaría sobre esa foto. Y ahí, casi indignada, se queja diciendo: “Yo no sé qué tengo, que muchos hombres tienen la manía de ponerme las manos en los hombros”.

“Está pensando en Juan Carlos Monedero, ¿no? ¿Cómo interpreta eso? Porque ese gesto entre machista, paternalista, displicente fue muy comentado también”. Y sin cortarse en opinar, Santamaría comparte que el gesto de Monedero de cogerla por los hombros, el mismo día que se marchaban del Gobierno por la moción de censura, fue “muy machista, muy agresivo y muy desagradable”. Pero recalca que su experiencia en este tipo de situaciones y dice que en esos momentos “frialdad extrema”.

“Tener que aguantar determinadas lecciones de algunos en el Congreso y que después los que les apoyan tengan esa actitud hacia las mujeres, francamente, delata a cada cual”. Hablando del machismo que Soraya Sáenz de Santamaría ha sufrido a lo largo de su carrera política, la candidata a presidir el PP, ha comentado que con 37 años cuando llegó a ser portavoz del grupo parlamentario popular “me llamaron de todo. “Aquí llega una novicia”, fue una de las cosas que me dijeron”.