El candidato del PP a la Presidencia del partido, Pablo Casado, que anoche habló con la ganadora de las primarias para suceder a Mariano Rajoy al frente del partido, Soraya Sáenz de Santamaría, está convencido de que su proyecto "es ganador" y de que "la gente quiere ilusión, renovación y cambio". Cree que Casado que él puede aglutinar todos los apoyos que no han ido explicitamente hacia Soraya Sáenz de Santamaría. El exvicesecretario de Comunicación deja además muy claro que tiene intención de pelear por la presidencia del partido hasta el final y sostiene que lo "más democrático" es acudir a una segunda vuelta -donde sólo votan los compromisarios del Congreso del PP- donde se decida definitivamente la presidencia del PP. 

 "Cumplimos las normas, pero también salimos a ganar hasta el final, y como salimos a ganar hasta el final con una candidatura integradora, en la que desde el principio hemos dicho que cabía todo el mundo y que garantizábamos que el partido no se fracturara, pues eso es lo que vamos a hacer", señala sin embargo. En este sentido, Casado confirmaba ya anoche a su equipo su intención de hablar con todos los candidatos, también los que "no han pasado el corte", y explicaba que ya había mantenido una conversación "con quien ha ido en cabeza", la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, rechazando la oferta de integración que éste le hizo y que aún mantiene. 

Aunque miembros del equipo de Sáenz de Santamaría creen que la suman una  mayoría de compromisarios, Casado cree que su candidatura representa a "más del 60%" de la militancia del PP y se atribuye a sí mismo todos los votos que no han sido para la exvicepresidenta, como lo de la tercera en la carrera, la expresidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal