¿Y ahora qué? Se preguntaban en la noche del jueves alguno de los miembros del equipo  que ha acompañado a María Dolores de Cospedal por lo ancho y largo de España en busca del voto que, finalmente, estaba perdido, como muchos analistas acertaron a predecir a pesar de las “encuestas amigas” de ciertos medios próximos a la ex secretaria general del Partido Popular. En este sentido, fuentes del entorno de la lideresa castellanomanchega, consultadas por ELPLURAL.COM, aseguran que la todavía presidenta del PP de Castilla-La Mancha, único cargo orgánico que le queda junto a su condición de diputada nacional por Toledo, “ve con buenos ojos la cercanía de Europa”, dicen, para seguidamente matizar que, “Dolores ha llegado donde tenía que llegar en política nacional y no aceptará nunca migajas de ninguna de las partes ganadoras (Santamaría o Casado), otra cosa es que pida el voto para Casado, porque, claro está, difícilmente lo pediría para Soraya”.

Europa “mon amour”

Razón no le falta a nuestro interlocutor, ya que Cospedal, a lo sumo, podría presidir alguna comisión de relumbrón en el Congreso de los Diputados… “y santas pascuas”, agregan. De ahí que sus seguidores a partir de ahora comiencen a propagar en los mentideros políticos la posibilidad de que María Dolores de Cospedal pueda ser la cabeza de cartel de las elecciones europeas que se celebrarán el 26 de mayo de 2019. “Máxime si, hoy por hoy, no tenemos a nadie con el peso de Dolores para abrir la lista del PP al Parlamento Europeo, que el año que viene, encima, coinciden con los comicios locales y autonómicos, y la imagen de Cospedal a buen seguro que reforzaría el resto de los carteles electorales regionales”, aseguran, aunque una gran parte del PP no cree que, precisamente, la exministra de Defensa sea un valor añadido a la deteriorada marca del partido.

Su hijo, también cuenta en su decisión…

Las mismas fuentes aseguran que la presidenta del PP de Castilla-La Mancha siempre tuvo en mente que su hijo Ricardo pudiera completar su formación en algún prestigioso colegio europeo (belga o suizo). “Eso cuenta para su decisión, ya que no es lo mismo tener a tu hijo al lado que a 3.000 y 4.000 kilómetros de distancia”, aseguran las fuentes, al mismo tiempo que nos recuerdan que el niño acaba de cumplir 12 años, “una edad propicia para tomar esa decisión”. María Dolores de Cospedal tenía 41 años cuando nació Ricardo, en mayo de 2006, días antes de que el dedazo de Mariano Rajoy la eligiera como lideresa del PP castellano-manchego. El niño vino al mundo por inseminación artificial, tras cuatro años de soltería y tras recibir la anulación eclesiástica de su primer matrimonio.

…Y la aprobación de LDH

Si a esto le sumamos que su esposo, Ignacio López del Hierro, estaría encantado de desplazarse fuera de Madrid y alejarse así del foco mediático que, un día sí y otro también, lo sitúa en polémicos casos de supuesta corrupción, entonces, la elección sería algo más que un globo sonda de los seguidores de Cospedal, que señalan a su López del Hierro como responsable directo de la desastrosa campaña llevada a cabo por la candidata, “presumiendo a todas horas de su condición de mártir y anunciando constantemente que le habían partido la cara varias veces por defender al partido”, continúan. Las mismas fuentes, además, precisan que si el matrimonio residiera más días fuera de Madrid, “Nacho podría seguir con sus negocios, legítimos, a pesar de lo que digáis la prensa izquierdista, y no tener que justificarse mañana, tarde y noche”, concluyen.

Un sueldazo de 500.000 euros

Lo cierto es que todos son argumentos atractivos de coherencia muy “cospedaliana”. Y a buen seguro que el sueldazo de eurodiputado, 500.000 euros al año, pesará mucho en su decisión. La retribución es de 8.020,53 euros al mes, a lo que hay que añadir otros 4.400 mensuales para cubrir los gastos generales y otros 21.210 euros todos los meses para contratar, o no, asesores, que hasta hace poco podían ser familiares. Los europarlamentarios perciben otros 304 euros diarios para alojamiento, además de viajar gratis en avión, tren o barco, entre otras prebendas.

Jubilación para De Grandes y Arias Cañete

Por otra parte, hay que tener en cuenta que Luis de Grandes, uno de los pesos pesados del PP en el Europarlamento, tiene ya 73 años, lleva 15 en Europa y, por lo tanto, con tres legislaturas (2004-2019) recibiría una pensión de 5.614 euros mensuales, más del doble de la pensión máxima en España, y una indemnización de 24 meses de sueldo. ¿Con estas bicocas, quién quiere ir y venir a Bruselas? Y en cuanto a Miguel Arias Cañete, no dudará en dar un paso atrás si su gran amiga Dolores así se lo pide, y ceder a ésta el puesto número uno en el cartel electoral de las elecciones europeas. Arias Cañete cumplirá 69 años en febrero de 2019 y no es edad competitiva frente a los 53 que tiene Cospedal.

Y es que Europa es todo un empleo de lujo que no requiere esfuerzos ni trabajos extras. Perfecto para una dorada senda de los elefantes.