El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el lehendakari, Íñigo Urkullu, han acordado este lunes crear un grupo “bilateral y permanente” para el traspaso de las 37 competencias pendientes en el Estatuto de Gernika.

En rueda de prensa, tras reunirse con Pedro Sánchez, en La Moncloa, Urkullu también ha informado de que se conformará otro grupo de trabajo para “la normalización” de la política penitenciaria y el acercamiento de presos etarras a las cárceles vascas si bien no se ha fijado un calendario ni un horizonte para la modificación del sistema.

En definitiva, los dos presidentes han acordado crear dos comisiones bilaterales, la primera para abordar las transferencias pendientes y la segunda para abordar una “nueva política que supere las medidas de excepcionalidad” y evite el desarraigo social de las personas penadas “y facilite su reinserción”.

Respecto a este último asunto, Urkullu ha dicho entender “las razones de cautela” del presidente, por lo que le ha asegurado que las iniciativas que se desarrollen serán en el ámbito “de memoria, reconocimiento y reparación a las víctimas”.

“Creo que es momento de avanzar en la convivencia normalizada”, ha precisado Urkullu, que ha garantizado a Sánchez el “respaldo mayoritario” de las instituciones y de la sociedad vasca a las decisiones que se pueda adoptar en esta línea. Y ha explicado que habían acordado mantener “una relación directa en materia de convivencia”.

En la reunión “cordial y positiva”, según el lehendakari, también se ha abordado la necesidad de hacer una reflexión sobre el actual modelo de Estado desde la asunción de “una realidad plurinacional y la existencia de hechos diferenciales que demandan un tratamiento propio y singular”. “No hemos hablado de ruptura sino de convivencia desde el respeto mutuo”, ha subrayado.

Además, Urkullu ha planteado a Sánchez explorar la vía de una “convención constitucional” que permita interpretar el espíritu originario del pacto que supuso la Constitución. “Esto supone apostar por un constitucionalismo útil al servicio de resolver los problemas y no enconarlos”, ha dicho.

En el corto plazo, Urkullu ha informado de que se abordarán los dos traspasos de ferrocarriles que dan cumplimiento a una sentencia firme del Tribunal Constitucional. Y ha anunciado que se convocará la Comisión Mixta de Transferencias el próximo mes de julio para materializar estos traspasos de las líneas Bilbao-Basauri y Alonsotegi-Barakaldo.

Además, se convocará un encuentro de trabajo de los equipos jurídicos de ambos gobiernos para analizar y encauzar los recursos pendientes ante el Tribunal Constitucional. A juicio de Urkullu, con esta reunión se ha abierto “una puerta a la relación institucional para garantizar una dinámica de trabajo estable y constructivo”.

Diálogo permanente desde la “lealtad”

El lehendakari, con estos acuerdos, ha dado por abierta la puerta a un “diálogo institucional permanente” con el Gobierno de Pedro Sánchez y a una nueva relación de “confianza” y “lealtad” que pueda ser fructífera para su beneficio mutuo, tras la reunión de casi dos horas que han mantenido en la Moncloa.

Un encuentro “cordial” y con ánimo “constructivo” que inaugura oficialmente una nueva etapa en la relación del Gobierno vasco y el español, tras el distanciamiento de los últimos dos años con el presidente Rajoy.

Según ha recordado el propio Urkullu en la rueda de prensa posterior a la reunión en La Moncloa, Rajoy no le llegó a recibir de manera oficial desde que fue reelegido a finales de 2016, mientras que Sánchez lo ha hecho antes de finalizar su primer mes de mandato.

Por su parte, fuentes del Gobierno han elogiado la agenda “muy práctica” con la que Urkullu se ha presentado en la reunión y han asegurado que la conversación con el presidente Sánchez ha sido “muy franca” y que los dos han coincidido en la necesidad de rebajar el actual nivel de conflictividad.

Además de los asuntos internos -economía y empleo, traspaso de competencias, política penitenciaria y modelo de Estado, entre otros-, Sánchez y Urkullu han hablado de Europa, tanto de los presupuestos europeos como de la unión monetaria, bancaria y fiscal y de ir a una UE más “competitiva” y “solidaria”.

En esa línea, el lehendakari ha recordado a Sánchez su “vocación europeísta” y le ha recalcado su “disposición a colaborar” en la dinámica de “construir más Europa frente a los que plantean menos Europa”.