El Partido Popular está viviendo un proceso inédito en el que por primera vez los militantes podrán participar de forma directa en la elección de su líder nacional.

A partir de este martes y hasta el miércoles a las dos de la tarde, quienes quieran aspirar a la Presidencia del PP deben registrarse como precandidatos, acompañados por un mínimo de cien avales de militantes del partido.

¿Con nervios por tener que elegir?

"No nos hagáis elegir". "Dádnoslo hecho". Son algunos de los mensajes que asegura recibir un miembro de la dirección del grupo popular en el Congreso por parte de alcaldes y cargos de su provincia. 

Insiste en que el sentir mayoritario es ese, el del miedo a un proceso que el PP no ha vivido nunca a nivel nacional y que trajo más de un disgusto cuando se puso en práctica el año pasado en los congresos regionales y provinciales.

¿Candidatura única o unitaria?

La explicación más repetida de las dos últimas semanas entre quienes apuestan por una candidatura única de consenso es la de que el partido no está en este momento para líos, porque acaban de perder el Gobierno y se tienen que reponer cuanto antes para preparar las elecciones de 2019.

Y han sido varios los barones que han defendido esta fórmula y la han promovido en las conversaciones mantenidas entre unos y otros en los últimos días. Defienden así un candidato fuerte que integre en su dirección al resto. Pero aunque pueda ser el sentir mayoritario entre los presidentes regionales, muchos en el partido recuerdan que la voz, en este momento, es de los militantes. Y aseguran que hay ganas de votar entre las bases del PP.

Así lo apunta un dirigente provincial, que dice no temer varias candidaturas y hace una advertencia: Si el partido pacta un solo candidato que "coloque" a los demás en su dirección se habrá perdido una oportunidad histórica y persistirá la percepción del que el PP no se ha modernizado ni quiere, en realidad, democracia interna. Será, añade, un "coitus interruptus" de una renovación que no solo es inevitable, sino también, recalca, más necesaria que nunca.

Otra opción que apuntan dirigentes populares es la de consensuar una única candidatura una vez que se haya celebrado la primera fase -en la que los militantes eligen entre los precandidatos- y cuando queden, para pasar a la segunda, los dos más votados.

Calendario

El 5 de julio se celebrará esa primera ronda de la elección con la votación de los precandidatos por parte de los militantes, que además votarán, en otra urna, a los compromisarios.

Según el procedimiento, tras esta primera votación los dos más votados pasarían al Congreso extraordinario del PP, aunque si el que gana obtiene mayoría absoluta de votos, mayoría de circunscripciones y una ventaja de quince puntos sobre el segundo quedaría ya como candidato único. Si llegan dos al congreso, serán los compromisarios los que tengan la última palabra.

Un presidente regional propone que si hay un claro ganador en la primera fase, aunque no cumpla esas tres condiciones, llegue a un acuerdo con el segundo para integrarlo en una candidatura única.

Tanto este barón como muchos otros cargos del PP temen llegar al Congreso del 20 y 21 de julio con el proceso aún abierto. De nuevo el miedo a divisiones insalvables, a heridas que, en palabras de otro presidente regional, "costaría mucho cerrar".

Habrá que esperar quiénes y cuántos se presentan a la carrera para relevar a Mariano Rajoy. Confirmados, que han dado un paso adelante están: Pablo CasadoJosé Manuel García-Margallo y José Ramón García-Hernandez.

Alberto Núñez Feijóo y María Dolores de Cospedal ya han anunciado ruedas de prensa, el primero este lunes a las 20:00 horas, la segunda el martes. En ellas se espera que hagan pública su decisión.

Pero todavía suenan otros nombres como el expresidente balear José Ramón Bauzá, que han reconocido que se lo están planteando y recogen avales para poder presentarse; o Soraya Sáenz de Santamaría, exvicepresidenta del Gobierno.