El Gobierno ha anunciado este viernes que derogará la reforma sanitaria del PP que retiró la tarjeta sanitaria a los inmigrantes en situación irregular para devolver el derecho a la sanidad universal.

Así lo ha asegurado la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha advertido de que es un asunto “extraordinariamente importante” para toda la sociedad y de “decencia política”.

“Hoy se abre un proceso de diálogo con las comunidades autónomas y la sociedad civil para devolver el derecho a la protección a la salud a todas las personas en el Estado”, ha señalado Celaá.

La portavoz ha explicado que la reforma sanitaria se aprobó a través de un Real Decreto en abril de 2012, con lo que el Gobierno tendrá que elaborar uno nuevo para dejarlo sin vigencia.

“Esto es una cuestión de decencia política, pero no solo de decencia política; esta protección a la salud es, además, un mandato de todos los organismos internacionales, de la ONU, de la UE, de la OMS e, incluso, del Defensor del Pueblo, que expresó su resistencia cuando el Real Decreto fue publicado”, ha dicho Celaá.

El Gobierno espera que en un plazo de “seis semanas” se realice este “procedimiento de diálogo” y se publique el Real Decreto, tras lo que tendrán que pasar otros “30 días para la convalidación de ese real decreto por el Congreso”.

Retirada de las concertinas

“Este Gobierno quiere remover las concertinas, sin perder nada de la seguridad. El control de las fronteras y la seguridad debe estar ligado a los derechos humanos”

La ministra portavoz ha comunicado que Interior ha encargado un informe para establecer otros métodos, distintos de las concertinas “que garanticen otros métodos”.

La portavoz ha recalcado que éste también es un problema que “no solo afectan a España” y “es preciso actuar en los países de origen y tránsito”, recordando la actuación del Gobierno de Zapatero con la crisis de los callucos.