Tras conocerse la dimisión de Màxim Huerta como ministro de Cultura y Deportes, apenas una semana después de ser elegido en el cargo y tras las informaciones que han revelado su condena por fraude a Hacienda, la oposición se ha dividido entre los que han alabado la decisión y los que han cargado contra todo el proyecto de Pedro Sánchez.

Albert Rivera, el primero en pronunciarse, ha dicho que la dimisión de Huerta es la prueba de la "improvisación" del Gobierno del PSOE y de que Sánchez quería llegar a presidente "a caulquier precio" evitando que votasen todos "los españoles, una mala decisión".

Por otro lado, Podemos, que ya había pedido la dimisión del ministro de Cultura tras saltar el escándalo, ha alabado la reacción final del Gobierno de Pedro Sánchez, asegurando, al igual que su portavoz en el Congreso, que "España ya no es lo que era y no tolera ciertas cosas".

Desde el Partido Popular, su portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, ha dicho en un acto que Huerta nunca debería haber sido nombrado y que no es el único ministro de Sánchez que debería dimitir. En Twitter, la cuenta oficial del PP ha colgado un vídeo del diputado riojano Emilio del Río, que ha valorado que la dimisión de Huerta "es el triste ejemplo de lo que podemos esperar del gobierno de Pedro Sánchez: un gobierno improvisado, sin programa ni objetivos, que ha venido con el mero objetivo de llegar al poder".

En el PSOE, la primera reacción ha sido del portavoz de la Ejecutiva y alcalde de Valladolid, Oscar Puente, que ha respondido a Rivera, asegurando que él era el único que quería llegar a toda costa al poder.