CCOO, UGT, CSIF y Sindicato Libre han valorado la jornada del 7-J como un éxito rotundo e indiscutible que evidencia el rechazo de los trabajadores y trabajadoras de Correos ante los constantes recortes en financiación, empleo y precarización de derechos.

Con un seguimiento del 80% por ciento de los paros convocados, cerca de 30.000 trabajadores y trabajadoras de Correos han pronunciado un no contundente a los recortes resupuestarios, que han cifrado en 180 millones de euros en 2017 y 2018, a años de renuncia a la modernización de Correos, a un déficit histórico -225 millones €-, a la destrucción de 15.000 empleos y a la congelación del Convenio Colectivo y Acuerdo desde hace más de cuatro años.

José Manuel Sayagues, secretario del Sector Postal de UGT ha manifestado que “los trabajadores postales han mostrado, con su apoyo a las movilizaciones, su determinación de reclamar la atención de los poderes públicos sobre la situación del Servicio Público Postal y de su prestador, Correos. Esperamos que el nuevo Gobierno esté a la altura y escuche a unos trabajadores que exigen un reconocimiento a su esfuerzo, después de sufrir una etapa inaceptable de recortes salariales y de derechos, además de soportar, en paralelo, el impacto demoledor de una reduccion y precarizacón del empleo sin precedentes.

Pérdida salarial y precaridad
El dirigente de UGT ha añadido que el sindicato está convencido de que "el Servicio Público Postal tiene futuro, le pese a quien le pese, y se puede demostrar. Sería un grave error que el nuevo Ejecutivo no sea capaz de escuchar y restaurar la confianza en un servicio público que, entre otras cosas, sirve a la tarea de cohesionar política, social y económicamente el país”.

Según explican los sindicatos en un comunicado, la masiva participación de los trabajadores y trabajadoras de Correos pone de manifiesto el rechazo ante el proceso de pérdida salarial, precarización de empleo que venimos soportando desde hace años: temporalidad y eventualidad (35% de la plantilla existente), minijobs (22% de la plantilla actual), sobrecargas de trabajo y deterioro de la salud laboral. 

Las organizaciones advierten de que el 7-J ha sido el punto de inicio de un calendario de movilización que se mantiene "porque seguiremos exigiendo las mismas reivindicaciones (recuperar empleo, salario y derechos). La movilización continua en junio con concentraciones autonómicas y se intensificará con tres huelgas generales a finales de año. A la espera de que el nuevo Gobierno coloque a Correos en su agenda política de prioridades y revierta la política de recortes e inacción que venimos padeciendo desde hace años".