Esta semana continúa la moción de censura propuesta por Vox para sacar a Pedro Sánchez de la Moncloa, con la proposición del exdirigente de IU y del PCE Ramón Tamames como candidato. ¿El objetivo? Acabar con lo que, a juicio de la extrema derecha, es un Gobierno fallido y perjudicial para los españoles.

Es ya la segunda ocasión en la que Pedro Sánchez hace frente a este procedimiento. En 2020, Vox recurrió a este mismo mecanismo, pero planteando al propio Santiago Abascal como candidato, fracasando al recibir únicamente los votos a favor de los diputados de su propio partido. 

Sin embargo, aunque los españoles parezcan estar familiarizándose con este procedimiento al estar viviéndolo por segunda vez en tres años, existen ciertos aspectos en los que es conveniente incurrir y explicar.

¿Qué es y en qué consiste una moción de censura?

La moción de censura es una herramienta que permite al Parlamento expresar su falta de confianza en el Ejecutivo y emprender un procedimiento para sustituir al presidente si se consiguen los apoyos suficientes, planteando un candidato alternativo. Está prevista en el Artículo 113 de la Carta Magna. De conseguir el respaldo necesario, el presidente es sustituido por el candidato planteado en la moción, en este caso, por Ramón Tamames, quien 'echaría' de La Moncloa y del Gobierno a Pedro Sánchez. “Deberá ser propuesta, al menos, por la décima parte de los Diputados en escrito motivado dirigido a la Mesa del Congreso", sostienen las normas de la Cámara Baja.

Para que una moción de censura prospere, se requerirá, en todo caso, el voto favorable de la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados, es decir, un total de 176 firmas. La Mesa del Congreso comprobaría que la moción de censura reúne los requisitos señalados en el artículo anterior y la admitiría a trámite; además, informaría de su presentación al presidente del Gobierno y a los portavoces de los Grupos Parlamentarios. 

“Dentro de los dos días siguientes a la presentación de la moción de censura podrán presentarse mociones alternativas, que deberán reunir los mismos requisitos señalados en el apartado 2 del artículo anterior y estarán sometidas a los mismos trámites de admisión señalados en el apartado precedente”, añade el reglamento del Congreso.

De las cinco mociones de censura que se han llevado a cabo desde el comienzo de la democracia, solo una ha prosperado: la que aupó a Pedro Sánchez a la Moncloa en 2018, en detrimento de Mariano Rajoy. Las anteriores, con Felipe González (1980), Antonio Hernández Mancha (1987) y Pablo Iglesias (2017) como candidatos, fracasaron todas, al igual que lo hizo la de Abascal en 2020. 

Un candidato peculiar

Cuando Vox comenzó a avisar de sus intenciones de llevar a cabo una segunda moción de censura, el candidato elegido parecía uno de los menos ortodoxos para el partido de extrema derecha: como exdirigente de Izquierda Unida y del PCE y como candidato independiente, Tamames no tiene vínculo alguno con Vox, más allá de su amistad con Fernando Sánchez Dragó, periodista y escritor muy afín al partido.

Este perfil independiente, sumado a los problemas que han aflorado en las últimas semanas (como que se les filtre el discurso) y al perfil díscolo que ha caracterizado a Tamames en su carrera política, está sembrando la preocupación en Vox. Algunos incluso se preguntan cuáles han podido ser los motivos que han motivado esta alianza, ya que parece mutuamente perjudicial: Tamames, al aceptar presentarse como candidato, poluciona una carrera política que ya tenía ciertas muescas, y Vox, al presentar un candidato que no tiene nada que ver con el partido y con sus líneas (y que, incluso, ha reconocido profesarle cierta estima al presidente del Gobierno) puede quedar en evidencia y resultar perjudicado electoralmente. 

Fuentes cercanas al partido teorizan que "Tamames se ha prestado a esto por tener su rato de protagonismo y disfrutar de una buena suma económica procedente de la Fundación Disenso", una sociedad privada que hace las veces de think tank de Vox y de la que hay que destacar dos rasgos: por un lado, la familiaridad de Tamames con la misma, al haber participado en diferentes actos de esta sociedad y, por otro, su millonario caudal económico. En el último ejercicio fiscal disponible, el de 2021, la fundación generó 2.590.169€ en beneficios, y en su plan de actuación de 2023, al que ha podido acceder este medio, se desprende que destinarán 3.196.429€ a gastos de personal.