“Son buenos y yo los hago míos”. En estos términos se ha referido Albert Rivera a los Presupuestos aprobados con los votos de Ciudadanos, el Partido Popular, el PNV y los partidos canarios (CC y NC). La tensión entre el líder naranja y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro es particularmente pronunciada, ya no solo porque ambos partidos luchan por el mismo espacio político, sino porque las negociaciones de los Presupuestos y las acusaciones sobre el desvió de fondos al procés que Montoro no detectó ha terminado por dinamitar la relación. Y la imagen grabada ayer en el Congreso da buena cuenta de ello.

Tras la aprobación de los Presupuestos, Rivera y Montoro ni se saludaron. El ministro subía a los escaños mientras el líder de Ciudadanos bajaba. Rivera parece hacer un gesto como para colocarse la corbata, pero no llevaba. Lo que es seguro, es que ambos casi se rozaron y ni se miraron.