El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, consideró  "coherente" su decisión de no acudir a la cumbre UE-Balcanes del próximo jueves en Sofía debido a la presencia en ella de Kosovo, pero calificó de "aceptable" la declaración final de la misma. Rajoy toma esta medida como una protesta tras su fracaso diplomático para impedir que la Unión Europea reconozca a Kosovo, lo que debilita la posición internacional de España dentro del conflicto independentista con Cataluña.

Rajoy trasladó a su homólogo búlgaro y presidente de turno de la UE, Boiko Borisov, los argumentos para no estar presente en esa cumbre durante la reunión que ambos mantuvieron en Sofía un día antes de la cena que protagonizarán todos los líderes europeos.

El jefe del Ejecutivo español ya había anunciado hace tiempo que no acudiría a la cita por la presencia de Kosovo, un territorio que España no reconoce como estado y cuyo reconocimiento supondría un problema interno para España con motivo del conflicto independentista en Cataluña.

Tampoco otros cuatro países de la UE (Grecia, Rumanía, Chipre y Eslovaquia) reconocen la independencia de Kosovo de Serbia proclamada unilateralmente en febrero de 2008.

Pero España no ha querido estar ausente totalmente de la cumbre UE-Balcanes y finalmente enviará a su embajador representante permanente ante la UE, Pablo García-Berdoy.

Lo hace después de que, según explicó Rajoy, la declaración final de la cumbre UE-Balcanes que se ha negociado y cuyos detalles se ratificarán el jueves, es neutral en torno a la preocupación española con Kosovo.

Por tanto, la calificó de "aceptable para España", y agradeció a Borisov el esfuerzo que ha realizado para que eso sea así.

Fuentes diplomáticas españolas recalcaron que mientras no se produzcan los elementos necesarios para que todos los estados de la UE reconozcan a Kosovo, no se debe actuar poniendo en riesgo una posición jurídicamente muy sólida y políticamente muy consolidada por los gobiernos de España.

Admiten que el hecho de que Serbia reconociera a Kosovo sería importante, pero quizá no el único elemento para que lo hiciera también España, y rechazan el argumento de que hay que ampliar la UE hacia los Balcanes para evitar que Rusia gane influencia en la región.

En ese sentido explican que España no está en contra de la ampliación de la Unión, pero sí de utilizarla como un elemento geoestratégico. De la misma forma, señalan que España está a favor de mejorar el entorno socioeconómico de la región.

El mismo Rajoy lo dijo en su comparecencia junto a Borisov, ya que destacó que España siempre ha mantenido una posición constructiva respecto a los Balcanes occidentales.

Por ello, trasladó al primer ministro búlgaro que le apoyará en todas las medidas que contribuyan al desarrollo de la región desde la perspectiva de los valores de la UE.

Borisov, preguntado por los periodistas, dijo que no quería establecer equivalencia alguna entre Kosovo y Cataluña y señaló que la situación en esta comunidad es una cuestión interna de España.

Sí agradeció la posición de Rajoy de apoyarle en su defensa de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos de los Balcanes occidentales y puso como ejemplo de lo que se puede conseguir, la evolución de España en los veinte años de pertenencia a la UE.

Rajoy, quien felicitó a Borisov por su gestión de la presidencia de turno de la UE, destacó las posiciones comunes que defienden en las reuniones del Consejo Europeo a favor de una mayor integración.

Explicó que analizaron entre otros asuntos el marco financiero plurianual de la UE que definirá las prioridades para el presupuesto 2021-2027, y tras asumir la especial complejidad de esa negociación por el "brexit", comentó que trasladó a Borisov que España defenderá una dotación adecuada para la política agrícola común y para la de cohesión.

Residentes búlgaros en España

Ambos políticos analizaron también las relaciones bilaterales entre sus dos países, que calificaron de excelentes.

En ese contexto, el presidente del Gobierno consideró a los residentes búlgaros en España un ejemplo de integración y destacó el interés en Bulgaria por el aprendizaje del español.

La cooperación policial y judicial contra el crimen organizado, la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear sobre Irán o la situación en Siria o Ucrania fueron otros asuntos tratados por Rajoy y Borisov.

Ambos participarán mañana en la cena de líderes de la UE previa a la cumbre UE-Balcanes, y Rajoy, quien había barajado asistir a una reunión en Sofía del Partido Popular Europeo, finalmente no acudirá tampoco a ella por la presencia de representantes kosovares.