La publicación del Barómetro del CIS del mes de abril, que recoge intención de voto, ha sufrido un retraso de una semana sin una explicación aparente, más de que las sonadas sospechas de ‘cocina’ desde el Gobierno por miedo a que la principal encuesta española y que más tienen en cuenta los partidos políticos recoja también un adelanto de Ciudadanos al Partido Popular.

Según ha adelantado la Cadena SER y recoge la web del Centro de Investigaciones Sociológicas, estaba previsto que el pasado jueves se publicase el CIS del mes de abril, junto con el Indicador de Confianza del Consumidor que sí fue publicado, que incluye la encuesta trimestral de intención de voto a partir de la muestra más grande de los sondeos en España.

De haberse publicado entonces, habría coincidido justo en la misma semana en que se han conocido diversos sondeos que colocan a Ciudadanos como la primera fuerza en intención de voto a nivel nacional y auguran un descalabro mayúsculo para el Partido Popular.

Esto, unido a que la encuesta se habría realizado en el punto álgido del escándalo de máster de Cristina Cifuentes han hecho saltar las alarmas y los rumores sobre que el retraso en la publicación del CIS sea intencionado para ‘cocinar’ los resultados y que incluyese una presumible victoria de Ciudadanos, pero más limitada.

Desde que se celebrasen las elecciones catalanas, el Partido Popular está en caída libre en las encuestas mientras que los de Albert Rivera no dejan de subir. Los continuos escándalos en el seno del partido, los juicios que se están celebrando y el citado escándalo de la ya expresidenta madrileña que arruinó la Convención Nacional del PP en Sevilla han hecho que cunda el desánimo entre las filas conservadoras. Al miedo a perder el Gobierno de la Comunidad de Madrid, la joya de la corona, en las próximas elecciones regionales, se suma el efecto contagio que esto podría tener a nivel nacional. Además, ante de esa cita electoral están las elecciones andaluzas, donde las perspectivas no son nada buenas tampoco para el PP.

Las acusaciones al Gobierno de ‘cocinar’ los datos del CIS siempre han existido, pero en esta ocasión son más fuertes.

La encuesta de febrero

En el último barómetro del CIS con estimación de voto publicado en febrero, Ciudadanos ya confirmaba su crecimiento y se colocaba como tercera fuerza política superando a Podemos, mientras que el PP y PSOE mantenían la primera y segunda posición, aunque perdían fuelle.

Según ese sondeo, el partido de Rivera subía tres puntos y lograría el 20,7 por ciento de los votos -su nivel más alto de toda la serie histórica- superando a Podemos y sus confluencias, que también subían medio punto hasta el 19 por ciento de los sufragios.

En febrero, el PP era la fuerza más votada, aunque seguía perdiendo apoyos, casi dos puntos menos desde la última encuesta de octubre, hasta situarse en el 26,3 por ciento, seguido del PSOE, que también se dejaba más de un punto en estimación de voto hasta el 23,1 por ciento.

En su repunte, Ciudadanos se alimentaba especialmente de antiguos votantes del PP, pero también del PSOE y Podemos. 

Además de la encuesta electoral, el CIS publica también mañana sus preguntas habituales sobre la situación política y económica y la percepción sobre sus problemas. En el sondeo del mes pasado, la preocupación ciudadana por el futuro de las pensiones repuntó hasta alcanzar su nivel más alto de los últimos 30 años, mientras continuaba bajando la inquietud de los españoles por la independencia de Cataluña.