Tania Sánchez será la número dos de Íñigo Errejón por Madrid en la lista unitaria, pactada junto al hasta ahora rival Ramón Espinar, para las próximas elecciones municipales de 2019.

Con este anuncio, Errejón cierra los primeros puestos de su lista cumpliendo con la normativa de Podemos que impone listas cremallera en la que se alternan hombres y mujeres como candidatos, pues Epinar será su número tres.

Pero supone mucho más que eso. Supone una vuelta a la primera fila de la política en Podemos de Tania Sánchez. Como diputada de Podemos, su presencia en el Congreso era, cuanto menos, discreta. Paso de ser una de las caras más mediáticas de Podemos, con presencia habitual en platos de televisión y ruedas de prensa, a ocupar su escaño en el Congreso casi sin llamar la atención. Aunque nunca ha ocultado sus críticas y malestar con la dirección nacional de Podemos.

Y es que, la trayectoria de Tania en Podemos ha sido irregular, con altibajos. Ha tenido que soportar cómo algunos sectores de la política y medios de comunicación la juzgaban por haber sido pareja de Pablo Iglesias, ponían en cuestión su valía como política y relacionaban su acual perfil bajo con el fin de la relación olvidando que, Tania Sánchez, cuenta con una amplia trayectoria política que comenzó en Izquierda Unida.

Del nunca ficharé por Podemos

Errejón ha definido a Sánchez como “una de las mujeres que mejor conoce la política madrileña", pero hay que recordar que ha desarrollado el groso de su carrera política como dirigente de Izquierda Unida.

En 2015, año de las últimas elecciones municipales, Sánchez era diputada autonómica de IU en la Asamblea de Madrid. Previamente había sido concejala de gobierno en el Ayuntamiento de Rivas también por IU (2007-2011).

Podemos la tentaba, se la reclamaba públicamente para que pasara a formar parte de sus filas pero ella, el martes 3 de febrero de 2015, prometió que nunca ficharía por la formación morada.

Tras ser imputada por prevaricación, malversación y tráfico de influencias por el juzgado de instrucción número 6 de la localidad madrileña de Arganda del Rey tras una denuncia presentada en enero por el PP, vivió una dura campaña de descrédito que llegó a impulsarse desde dentro de su partido, desde IU en Madrid.

La denuncia, que finalmente fue archivada, se refería a los contratos municipales que recibió la cooperativa Aúpa, de la que era administrador y socio el hermano de Tania Sánchez, por cerca de 1,2 millones entre 2002 y 2008. No prosperó por falta de indicios pero supuso un duro golpe para la imagen y la carrera de Sánchez.

Tras abandonar su partido de toda la vida y prometer que no ficharía por Podemos, sino que formaría una coalición de siglas y partidos: Convocatoria por Madrid, llegó la sorpresa: fichó por Podemos. Sánchez se convertía así, con 38 años, en diputada nacional en el Congreso de los Diputados.

A finales de 2016, vendría su otro gran cambio. Su relación personal con Pablo Iglesias ya había llegado a su fin y ella se pasaba al sector errejonista.

Somos más que las ex de..

La diputada y el líder de Podemos ponían fin a su relación en marzo de 2015 y lo hacian público con un comunicado que ambos difundieron en sus cuentas de Facebook.

"Ojala no tuviéramos que escribir esto aquí. Ojala nuestra vida privada pudiera ser sólo nuestra pero, para nosotros, eso dejó de ser posible". "Ya no somos pareja; nos queremos mucho, nos admiramos, nos respetamos, somos compañeros y compartimos las mismas aspiraciones de cambio político, por las que seguiremos trabajando. Simplemente ya no somos pareja". "Esta nota contiene las únicas declaraciones públicas que habrá por nuestra parte sobre este asunto", dijeron.

Poco después llegaría una de las primeras crisis internas en Podemos cuando se empezó a hablar de dos sectores: por un lado los pablistas: por otro, los errejonistas. A finales de 2016 Sánchez se alineó con el sector errejonista apoyando a Rita Maestre en las primarias de Podemos en Madrid. Como rival estaba el candidato de Iglesias y finalmente ganador: Ramón Espinar.

Estas primarias fueron polémicas y mediáticas, pues se entendieron como la antesala a nivel regional de lo que fue finalmente la lucha Iglesias-Errejón a nivel nacional en Vistalegre II.

Pero también porque se llegó a juzgar la candidatura de Maestre y Rita como la de las “ex novias”, intentando quitarles valía como políticas. Fueron tantos los titulares machistas que fueron por esta línea que ambas dieron una rueda de prensa en la que dejaron bien claro que eran mucho más que su pasado sentimental.

No somos novias ni exnovias”, diejron, “se ha acabado el tiempo del monopolio político masculino”. No somos novias ni exnovias, ni invitadas de nadie, somos mujeres. Venimos a hacer política como protagonistas”.

Tras conseguir la victoria la candidatura contraria, la de Espinar, Sánchez ocupó un segundo plano dentro de la formación pero, ahora, vuelve de la mano de Errejón para ser su número dos.