Mark Zuckeberg asumió ayer la responsabilidad por el mal uso de su plataforma, que permitió a la empresa Cambridge Analytica recolectar los datos de más de 88 usuarios de la red social. No es la primera vez que Zuckerberg se ve obligado a  pedir disculpas por invasiones de privacidad o el mal uso de Facebook, pero sí es la primera vez que lo hace convocado formalmente por el legislativo estadounidense. 

Afirmaciones contradictorias

Sin embargo, algunas de las afirmaciones que realizó ayer son, cuanto menos, dudosas o contradictorias con otras que él mismo o portavoces de la empresa han realizado en el pasado. Por ejemplo: Zuckerberg afirmó que se enteraron tarde de las operaciones rusas para interferir en las elecciones presidenciales de 2016. Concretamente, que se enteró durante el mismo 2016. Sin embargo, durante mucho tiempo la postura oficial de la empresa es que no se enteraron de nada hasta el verano de 2017. Y Alex Stamos, el dimisionario director de seguridad de Facebook, afirmó que había detectado actividad de hackers rusos desde el verano de 2016, aunque no se ligaron entonces a actividades de desinformación. 

También dijo: "No está permitido tener una cuenta falsa en Facebook". Otra afirmación que, cuanto menos, es dudosa. Si bien Facebook prohíbe en sus normas el tener cuentas falsas, éstas existen y aún hoy en día se pueden crear. De hecho, sólo hay que echar un vistazo para ver perfiles con nombres que no se corresponden con la realidad o páginas que suplantan a empresas o insitituciones. 

Con respecto a Cambridge Analytica, afirmó que, según lo que él sabe, Cambridge Analytica no usaba Facebook en 2015. Esto contradice las declaraciones de varios empleados de la empresa, que afirman que ya recolectaban datos en Facebook desde 2014. 

Por otro lado, Zuckerberg declaró que Facebook tiene una herramienta que permite a sus usuarios comprobar toda la información que Facebook tiene acerca de ellos, para decidir cuál no quiere compartir o borrar. Esto no es exacto. Por un lado, esta función no se implementó hasta que el activista austriaco Max Shrems obligó -a través de los tribunales y con la legislación europea- a Facebook que les proporcionasen toda la información que tenían sobre él. Y la información que es posible descargarse hoy es incompleta. El mismo Shrems denunció ayer que dentro de esos datos aparecen elementos que deberían haver sido borrados, pero que Facebook oculta, pero no elimina; como los mensajes. 

Pese a estas inexactitudes o contradicciones, las explicaciones de Zuckerberg, que han sido motivo de ironías y parodias en las redes sociales, sí que parecen haber convencido a los inversores, dado que ayer la empresa cerró con sus acciones al alza, tras varias semanas de continuados descensos. Por lo que respecta a los legisladores, parece haber consenso en que Facebook necesita un marco legal más estricto que el vacío legal en el que opera en EEUU, donde la privacidad se regula por una ley de cosumo de 1977. Tanto Zuckerberg como los congresistas y senadores expresaron ayer que el marco legal de protección de datos sería un buen modelo para proteger a los usuarios de la red social.