Jusapol, la plataforma nacida en defensa de la equiparación salarial de policías y guardias civiles, podría convertirse en sindicato en las próximas semanas. El anuncio lo hizo la propia entidad en su última reunión, celebrada el pasado 16 de Marzo en Palencia.

La asociación, que ha logrado el apoyo de buena parte de los funcionarios, muchos de los cuales se confesaban cansados de los representantes sindicales, ha dejado claro en varias ocasiones que está en contra del acuerdo alcanzado con el Gobierno. Hablan de “falsa equiparación”. Consideran la oferta de Juan Ignacio Zoido una subida de sueldo y no una equiparación real.

Su condición de organización, sin embargo, le ha impedido siempre poder sentarse a la mesa de negociaciones, razón que motivaría su conversión a sindicato.

Pero el anuncio parece preocupar a algunos policías, entre los que ha ido creciendo el descontento por el papel que, dentro de Jusapol, han adquirido dos formaciones políticas: Vox y Ciudadanos.

En las movilizaciones en las calles, que han continuado sucediéndose aunque de forma menos multitudinaria, participa de forma habitual el diputado de la formación naranja, Miguel Gutiérrez, portavoz de Interior de este partido. Toma la palabra con frecuencia y anima a los policías y a los guardias civiles a seguir luchando para conseguir los 1.500 millones de euros que cuesta la equiparación real de los policías del estado con los de las comunidades autónomas.

En muchos de los ayuntamientos en los que está presente, Ciudadanos ha presentado iniciativas para que se respalden las propuestas de Jusapol y esta batalla ha centrado muchos de los encuentros y desencuentros con el Partido Popular.

Según ha podido saber ELPLURAL.COM hay policías que temen que Jusapol haya podido ser “un experimento para conseguir otros fines mas allá de la equiparación”. “El proyecto parece tener ahora unos fines bien distintos a los de sus comienzos”, lamentan.

La apuesta de Ciudadanos, desde el principio, por Jusapol ha hecho que la formación naranja haya adquirido un papel protagonista dentro de esta batalla. Aunque el PSOE también ha llevado a cabo iniciativas en este sentido, es la formación naranja la que ha estado en todas las fotos.

En las redes sociales se testa esta influencia política en la plataforma por la defensa de la equiparación. La mayoría de los delegados de provincia de Jusapol y de sus directivos nacionales, hacen, a través de sus cuentas, continuas referencias a Ciudadanos.

Una de las últimas puestas en escena en este sentido fue la entrega de firmas en el Congreso a la que asistieron dirigentes de asociación acompañados por Albert Rivera y por representantes de VOX.

El papel de VOX

El partido de Santiago Abascal también ha jugado un papel importante, a través del propio presidente de la formación y de Ortega Smith, abogado y secretario. A VOX pertenece, además, el subinspector de policía Alfredo Perdiguero, un polémico funcionario asiduo a las tertulias televisivas que aunque según consta en la propia DGP no tiene representación sindical, habla en calidad de portavoz del Sindicato Independiente de la Policía Española (SIPE), un sindicato ultraconservador que apoyó desde el principio a Jusapol.

El propio Perdiguero confirmó que el próximo paso que daría Jusapol con el fin de poder estar presente en futuras negociaciones, sería crear un sindicato de la Policía Nacional, además de una asociación profesional de la Guardia Civil, que defiendan sus principios. “No llevarán el nombre de Jusapol, pero mantendrán su impronta y sus reivindicaciones” afirmó este subinspector que, según desveló el pasado mes de febrero el diario 'Público', participó en unas charlas de un partido neonazi, Democracia Nacional.

División de opiniones

El anuncio de la conversión de Jusapol en sindicato ha generado división de opiniones entre guardias civiles y policías. Son muchos los que creen que un sindicato con el apoyo de cualquier formación política pierde la esencia de independencia que necesitan los funcionarios, motivo por el cual, precisamente muchos de ellos se dieron de baja de los sindicatos firmantes del acuerdo para apoyar a quienes sostuvieron que eran una asociación neutral y blanca.