La Semana Santa andaluza, y por ende la malagueña, es un hecho popular que trasciende más allá de la fe y que los malagueños entienden como una tradición suya. Además hermandades y cofradías junto a la ciudadanía conviven y comparten un fenómeno que para unos es una manifestación religiosa, para otros  cultural y para el resto contiene simplemente con aspectos festivos. De ahí el respeto, colaboración y apoyo de instituciones y de la propia sociedad hacia la Semana Santa de Málaga.


Cofradía paramilitar del bando "nacional"

En esta normalidad convivencial y apolítica hay un elemento que da la nota por ser símbolo de provocación. Se trata de la imagen titular de la Cofradía Nacional del Santísimo Cristo Mutilado, creada en febrero de 1939 con la finalidad de integrar a integrantes del bando franquista que habían sufrido mutilaciones en la contienda fratricida española. Mutilada -en la pierna derecha a la altura del muslo y en el pie izquierdo por el tobillo- por los acontecimientos de la Guerra Civil, no sale a la calle desde el fin del franquismo por su marcado carácter guerracivilista. Ancla sus orígenes en lo paramilitar y en el deseo de recordar y ensalzar al bando "nacional" frente al republicano. 

El objetivo de su creación fue honrar a los militares heridos en la guerra civil. Prueba de ello es que el fundador de la Legión, Millán Astray, fue su primer hermano mayor efectivo. Así año tras año, desde 1939, fecha de su creación, la Catedral de Málaga acoge los Viernes Santo la la imagen portada por las calles en un Vía Crucis del Cristo Mutilado. Para poder desfilar hubo que pedir permiso al Vaticano que autorizó el Papa Pío XII.

Una provocación cada Viernes Santo
Con la llegada de la democracia y con ella la Transición en 1977, un obispo  aperturista a los vientos de las libertades y la reconciliación, Ramón Buxarráis, prohibió que el Cristo mutilado procesionase. Detrás de ello también se encontraban presiones de sectores respetuosos con la reconciliación nacional y la petición de los mutilados del ejército republicano para participar en el desfile, algo solo reservado a los miembros del Cuerpo de Caballeros Mutilados por la Patria, el "bando nacional". 


El polémico obispo Catalá en el Vía Crucis
Ante la insistencia en procesionar de nuevo, el Obispado siguió prohibiéndolo permitiéndole solo el Vía Crucis del Viernes Santo. En 1996, según los Estatutos de la Agrupación y al llevar cinco años sin desfilar se la desagrupó y la polémica por no salir continúa hasta ahora. Sin embargo su tránsito cada Viernes Santo hacia la Catedral año tras año por las calles malagueñas, constituye una muestra más de los fuertes vínculos entre el régimen franquista y el “Nacional-catolicismo". Para más "INRI", nuna mejor expresado, el polémico obispo Catalá acompaña en el trayecto a los hermanos y al Cristo Mutilado hasta la catedral, lo que supone un respaldo claro a la hermandad. Esta situación parece que puede comenzar a cambiar ahora pues los nuevos miembros de la corporación y sus dirigentes tras aprobarse en un cabildo, celebrado el 18 febrero, que la imagen del Cristo Mutilado recupe su estética original y se le restituyan las dos piernas. El resultado de la votación fue de 44 votos a favor, 8 en contra y 2 en blanco.

Permisos de la Junta de Andalucía
Primero se consolidará la estructura de la escultura para realizar después su restauración con los colores originales y reconstruyéndole las piernas.  Para este trabajo es necesario que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía lo autorice ya que se trata de una escultura de un templo catalogado como Bien de Interés Cultural. Una decisión, esta de la restauración de las piernas, que le quitaría el carácter guerracivilista a la imagen y que uniría a ambos bandos. Exento de esta iconografía revanchista, el siguiente paso, el de procesionar por la calles de Málaga en su salida penitencial por las calles de Malaga, estaría más cerca.

Millán-Astray su primer Hermano Mayor
La historia demuestra su advocación frentista y de una sola parte del ejército español. El primer hermano mayor efectivo fue el general José Millán-Astray, franquista acérrimo y fundador de la Legión. La cofradía tuvo desde sus inicios un carácter militar procesionando por primera vez el Jueves Santo de 1939 junto a 300 mutilados del bando nacional, obviamente.

Historia de uniformes y paramilitares
El Jueves Santo de 1940 se repitió la escena y lo hermanos lucían traje civil o uniforme militar y capas blancas, jamás llevó nazarenos. En los 90 se pidió al Obispado volver a salir en procesión  pero no se autorizó la salida. Se le permitió a la cofradía que realizase un vía crucis con su Cristo Mutilado por el interior del templo. Hubo reuniones entre mutilados del bando franquista y del republicano para intentar la reconciliación pero las conversaciones se rompieron porque una parte, la Hermandad, no aceptó la petición de restaurar al Cristo y colocarle las piernas eliminando así su iconografía revanchista. Actualmente realiza cada Viernes Santo un vía crucis con el Cristo Mutilado en el interior de la Catedral malagueña.

Conciliadora decisión que la acerca a procesionar
Ahora la situación de la cofradía no es del todo boyante pues de 15.000 hermanos que llegó a tener ahora están en torno a los 150. Pero puede ir a mejor con la decisión de restaurarle las piernas a la imagen. Insistir en mantener la imagen como Cristo mutilado era perserverar en continuar con un símbolo de connotaciones franquistas, que divide a la sociedad y que recuerda el triunfo de unos españoles sobre otros en una guerra fratricida. El sector más dialogante de la Corporación ha sacado adelante una propuesta razonable y conciliadora. Su procesión está ahora cada vez más cerca.