La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, comparece este martes ante la Comisión de Investigación de la caja B del Partido Popular. Cifuentes pasará un auténtico calvario por las incisivas preguntas sobre su papel en las campañas de 2007 y 2011, FUNDESCAM, y su presunta relación “de tipo sentimental” con Ignacio González. Tras la comparecencia de Álvaro Pérez, más conocido como El Bigotes, la Mesa de la Comisión se reunió y fijó el 20 de marzo para citar a la presidenta autonómica, quien se defendió aseverando que la Comisión le citaba por la presión de Granados.

En un hilo que la presidenta de la Comunidad de Madrid publicó en Twitter, tildó de “declaraciones repletas de calumnias” e “injurias que atentan contra la dignidad” las acusaciones vertidas por Granados en las que situaba a Cifuentes en la cima de la toma de decisiones de las campañas de 2007 y 2011, e incluso habló de una relación sentimental con González. A juicio de Cifuentes, dichas acusaciones “sirven a la oposición (Ciudadanos, Podemos y PSOE) para hacerme comparecer ante dos Comisiones de Investigación”. Y añadió: “Increíble, pero cierto: Ciudadanos, Podemos y PSOE están poniendo el Congreso y la Asamblea, al servicio de los intereses de un presunto delincuente, embustero, machista y sin escrúpulos. Los parlamentos no deberían seguir el juego de un presunto corrupto”.

Pero Cristina Cifuentes miente. La citación no se produce por las declaraciones de Granados, tal y como argumenta. Hace un año, poco antes de que la comisión echara a andar, el PSOE remitió a la Mesa de la Comisión una propuesta de plan de trabajo en el que ya se solicitaba su comparecencia. Así lo demuestra el documento al que ha tenido acceso El Plural.