El Partido Popular  tiene mucho que rectificar con respecto al 8M. Y entretanto, surgen profundas contradicciones entre las diferentes posiciones que públicamente defiende cada dirigente. Cristina Cifuentes anunció que ella haría “huelga a la japonesa”, unas palabras que se salían del argumentario distribuido por Génova y que provocaron la reacción del propio presidente del Gobierno. Mariano Rajoy le reprochó que “no me reconozco en la afirmación de una huelga a la japonesa”. Ahora, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha respondido al líder de su partido.

“No me siento traicionada por mi presidente. Respeto su opinión”, ha dicho Cifuentes, quien ha evitado utilizar nuevamente la expresión “huelga a la japonesa” y se ha limitado a decir que “respeto profundamente el derecho de huelga” pero eso “supone que quienes no queramos” también sean respetadas. Y ha añadido: “Personalmente voy a hacer lo que haré siempre. Trabajar mucho”.