Cuando María Jesús Botella, dirigente y cargo público del PP cordobés que aterrizó en la ciudad califal hace un cuarto de siglo de la mano de su cuñado José María Aznar y de su hermana Ana Botella, dijo aquello de que la brecha salarial de las mujeres se debía a la falta de formación, obvió que todas las mujeres en España no han tenido ni la oportunidades de las que ella ha gozado ni la suerte de formar parte de círculos de poder tan influyentes como el de 'las nueve guerreras', el grupo de amigas al que pertenece, junto a su hermana, desde la juventud. 

Pandilla universitaria
'Las nueve guerreras' se conocieron en la universidad en los estertores del franquismo y ahí trabaron una fuerte amistad y un posible juramento de caminar juntas en el futuro. Lo demuestra el hecho de que algunas de ellas terminaron en altos puestos de responsabilidad política. Y es que la esposa de Aznar parece que no olvida a sus amigas. Ya se sabe: en el PP el concepto familia es compromiso a cumplir.

Hablamos de Ana Botella, Concha Dancausa, Esther, Chus Fraile, Juana, Isabel Linares, Lola Flores, María Bada y Teresa. A este grupo de amistad forjado en su etapa universitaria de la facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid hay que unirle el de la propia hermana de la “hermanísima”, María Jesús Botella.



Isabel Linares, una de las integrantes de 'las nueve guerreras' en una foto de archivo. 

"Guapas y divertidas"

Según una biografía autorizada y escrita por los periodistas Beatriz Pérez-Aranda y José Luis Roig, las amigas de las Botella  eran “guapas, divertidas e inteligentes". Ellas mismas contaban que eran calificadas por algunos chicos como “peligrosas”.

“Cuidado con éstas, que piensan”, decían de ellas -según reconocen las propias 'gerrreras'-, sus amigos varones.

Dicen que en esos momentos, a punto de morir Franco, mientras la universidad era un ámbito de lucha por la democracia y con gran efervescencia política, 'las nueve guerreras' preferían ir de vinos en los bares de ambiente estudiantil de la zona de Moncloa. Una presencia de Ana Botella en ese territorio monclovita que auguraba su vuelta posterior a este barrio madrileño como presidenta consorte.

Exitosas carreras "políticas"
Unas llegaron lejos en política. Concha Dancausa fue directora del Instituto de la Mujer. Isabel Linares fue nombrada directora de Telemadrid. Lola Flores directora general de Familia, Infancia y Voluntariado del Ayuntamiento de Madrid. Chus Fraile fue nombrada subsecretaria de medio Ambiente y María Bada fue coordinadora en la Dirección General del Ministerio de Fomento...

Aunque algunas estaban ya en la administración antes del alunizaje de Ana Botella en Moncloa, no es menos cierto que a partir de ahí recibieron un respaldo y ascenso en algunos de los casos mencionados. 

En su día, la propia suegra de Alejandro Agar reconocía a la periodista Esther Esteban la proyección de su clan amistoso: "Tengo amigas cercanas, de la época de la universidad, algunas de las cuales ostentan los puestos más altos a los que han llegado las mujeres en España".

Concha Dancausa y Ana Botella en una imagen de archivo. 

Aznar siempre detrás
El caso de María Jesús Fraile es quizás uno de los más claros ejemplos de impulso de espaldarazo político. Esta 'magnífica' que era funcionaria de carrera se disparó profesionalmente a finales de 1996 con el nombramiento de directora general de Presupuestos en la Consejería de Hacienda de Madrid con Gallardón. En las municipales de 1999 se presentó en las listas del PP con Álvarez de Manzano llegando a ser concejal de Cultura. Luego el presidente Aznar la fichó en mayo de 2000 como subsecretaria de Medio Ambiente.

Otra magnífica impulsada por el PP es Lola Flores Cerdán. Fue directora general de Salud Pública y Consumo en el Ministerio en el 2000. Fue la primera ocasión en la que este cargo no recaía sobre un licenciado en materia sanitaria, según denuncias sindicales. Pero Flores siguió escalando y pasó más tarde a ser subdirectora general de Programas y de ahí al ministerio de Sanidad y tiro porque me toca.

El caso de Isabel Linares es brillante: antes de dirigir Telemadrid fue presidenta ejecutiva del grupo Sanitas. Ahora es Directora del Observatorio para la Transformación del Sector Público de PricewaterhouseCoopers. 

Concha Dancausa es la más política de las antiguas "guerrerras". Fue elegida diputada autonómica en mayo de 2003 y en junio nombrada presidenta de la Asamblea de Madrid, gracias al caso de transfuguismo, el "tamayazo". En junio de 2007 toma posesión como concejala de Familia y Asuntos sociales en el Ayuntamiento de Madrid con Ruiz-Gallardón y desde diciembre de 2011 lo fue de Hacienda con su amiga Ana Botella. Dancausa es contraria al aborto y a la reserva de puestos a las mujeres en los partidos políticos mediante el sistema de cuotas porcentuales. Partidaria de la regulación jurídica de las parejas de hecho, pero no de su definición como matrimonio, el 10 de mayo de 2017 fue imputada por un supuesto delito societario relacionado con una ruinosa operación en Mercamadrid.