El PP ha conseguido sacar adelante su propuesta o, mejor dicho, su último misil contra Ciudadanos. El Tribunal de Cuentas tendrá que hacer una segunda investigación sobre la financiación de Ciudadanos, sobre esos 14.000 euros de la discordia entre Mariano Rajoy y Albert Rivera.

Lo más sorprendente en esta propuesta se ha convertido en una realidad porque el PP ha contado con el apoyo del PDeCat. Es cuanto menos curioso que estos dos partidos que no suelen entenderse en ningún tema hayan creado una alianza para poner contra las cuerdas a Ciudadanos, un acuerdo o apoyo que llega después de los resultados de las pasadas elecciones en Cataluña. Hay que recordar que el 21D fue Ciudadanos, con Inés Arrimadas a la cabeza, quién ganó las elecciones, aunque la mayoría parlamentaria favorecía a los partidos independentistas.

Sea como fuere, la realidad es que se volverán a investigar a fondo las cuentas del partido de Rivera gracias a los votos a favor de PDeCat y la atención de Unidos Podemos en la Comisión Mixta de relaciones con el Tribunal de Cuentas. En contra se han posicionado Ciudadanos, PSOE y el PNV.

La investigación se centrará en las cuentas del año 2015 para saber si el partido cumplió con todas sus obligaciones tributarias. El PP quiere que se aclare si se produjeron traspasos desde los grupos institucionales de Ciudadanos al partido nacional, de dónde vienen esos 14.000 euros. Pero también exigen más información sobre sus “criterios” para calificar de “eventuales casos de infracción” seis casos incluidos en el informe de los ejercicios de 2014 y 2015.

Lo consigue, pero rebaja sus expectativas

La lucha entre PP y Ciudadanos es más que una realidad, en un enfrentamiento público en el que, después de firma un pacto que permitiese la llegada de Mariano Rajoy a La Moncloa, ahora se dedican a intentar sacar trapos sucios y acusarse de todo lo posible, porque el pacto ha saltado por los aires.

Por eso, en un primer momento lo que quería el PP era que el Tribunal de Cuentas entregara toda la documentación sobre la posible financiación irregular de Ciudadanos a la Agencia Tributaria. Quería que Hacienda estudiara la financiación del partido de Albert Rivera.

Se trata de la financiación de los años 2014 y 2015, después de que el Tribunal de Cuentas no diera su conformidad a la contabilidad de 2015 de nueve partidos, entre ellos Ciudadanos, Izquierda Unida (IU), Compromís, Convergencia (CDC, socio de la nueva Junts per Catalunya) y EH Bildu. El órgano detectó demasiadas incidencias, deficiencias y discrepancias que limitan de examen.

Al final ha rebajado sus expectativas y se ha conformado con que se haga una segunda lectura. Y es que el PP ha visto una nueva oportunidad de tirarse directamente a la yugular de sus antes socios.

Lo llamativo es que lo haga junto a los independentistas catalanes y que el PP se convierta en el denunciante de posibles irregularidades en Ciudadanos; sobre todo teniendo en cuenta que la Justicia ya archivó la causa, y que el PP es el único partido imputado por corrupción y una supuesta financiación en B.