Luis de Guindos deja el Gobierno para ser el nuevo vicepresidente del BCE. Esto está claro, aunque no se sabe cuando va a presentar su dimisión. Lo que todavía es una incógnita es quién será su sustituto. 

Han sonado ya varios nombres como la actual ministra de Agricultura, Isabel García-Tejerina; o Román Escolano, un tecnócrata con una dilatada carrera al frente de organismos públicos durante los gobiernos del Partido Popular. Y aunque el nombre de otros populares no está en las quinielas, algunos se han sentido aludidos y ya han descartado su candidatura.

Ha sido el caso de Rafael Hernando, el portavoz del PP en el Congreso, que ha asegurado este martes que ante una hipotética remodelación del Ejecutivo por la marcha de Luis de Guindos, él no se ve como ministro. Es más, ha asegurado que le gusta su puesto y, ya que le ha costado mucho llegar hasta él, prefiere mantenerlo. "Estoy muy satisfecho, me ha costado mucho llegar hasta aquí". "No sé por qué me quieren licenciar tan pronto", ha bromeado.

El portavoz del PP en la Cámara Baja ha reconocido que se siente "muy honrado" del puesto que ocupa en los actuales momentos de "dificultad" para su grupo, que no cuenta con una mayoría holgada en el Congreso.

"No aspiro a nada más ni a nada menos", ha insistido Hernando, que ha asegurado que al Gobierno le quedan "muchísimas cosas" por hacer en esta legislatura, siendo "más didácticos" sobre lo realizado aunque -remarca- ya lo está haciendo.

¿Sólo un cambio o remodelación?

"Sobre una remodelación más amplia o no, compete al presidente, le daré mi opinión si es que la pide", ha reconocido después de que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dijera que espera que Mariano Rajoy que aproveche la salida de De Guindos  para llevar a cabo una "gran" remodelación de un Ejecutivo que ve "paralizado" y sin liderazgo.

Por eso, confía en que Rajoy haga una renovación "de arriba abajo" y que entren ministros "no para atacar a Ciudadanos, sino para atacar el paro y la corrupción". "Porque veo un gobierno más obsesionado con sus socios de investidura que con los nacionalistas, más obsesionado con las encuestas que con sacar a España de la precariedad laboral”.