Nueva masacre en un instituto de EEUU por armas de fuego. Nikolas Cruz, un exalumno del instituto Marjory Stoneman Douglas de la ciudad de Parkland (Florida) irrumpió en el centro, del que había sido expulsado por indisciplina, con un rifle semiautomático y mató a 17 personas. El joven ha sido detenido, según confirmó Scott Israel, alguacil del condado de Broward, al norte de Miami.

Se trata del tiroteo más mortífero dentro de un instituto de EEUU, con más fallecidos que en Colombine, donde murieron 13 personas. La tragedia de Colombine dio la vuelta al mundo en el documental de Michael Moore en el que cuestionaba la permisividad de las autoridades con las armas. Este triste ranking está ocupado por la masacre en una facultad de Virginia, donde 32 personas fueron asesinadas por un estudiante; la de una escuela de primaria en Sandy Hook (Connecticut), donde perdieron la vida 26 personas, 20 niños y seis adultos, además de la madre del tirador y él mismo.

El pasado mes de ocutbre, un francotirador de 64 años mató a 59 personas en Las Vegas, un mes después se producía un nuevo tiroteo en la iglesia de Sutherland Springs, que dejó 27 muertos. En 2016 un tiroteo en una discoteca gay de Florida dejó 50 muertos y en 2015, en San Bernardino, otro con 16 fallecidos.

Según el recuento de Everytown for Gun Safety, un grupo que defiende un mayor control sobre la venta de armas, en lo que va de año se han registrado 18 tiroteos en escuelas de EEUU, en 10 de los cuales hubo muertos o heridos. Desde 2013 la cifra asciende a 290 sucesos de este tipo en centros educativos del país.

Estos sucesos, como el ocurrido en la escuela Sandy Hook, en Newtown, en el estado de Connecticut, donde murieron veinte niños y seis adultos en diciembre de 2012, han generado una ola de peticiones para que se aprueben leyes que permitan un mayor control en la venta de armas.

Pero el Congreso estadounidense, controlado por los republicanos, acabó bloqueando una propuesta para instaurar un sistema de verificación de antecedentes e impedir que las armas lleguen a los criminales o enfermos mentales.

El presidente Donald Trump, que fue informado de lo sucedido desde un primer momento, lamentó hoy el "terrible" tiroteo y dijo que "ningún niño, maestro ni nadie debería sentirse jamás inseguro en una escuela estadounidense".

No opuso resistencia

El presunto responsble de esta nueva matanza fue detenido sin oponer resistencia, según la versión policial. Los investigadores analizan ya las páginas web que el joven visitaba así como sus redes sociales, y que lo que han encontrado es "muy inquietante".

El jefe policial indicó a la prensa que al menos 12 de las víctimas mortales fueron asesinadas dentro de la escuela, mientras que otras tres murieron en el exterior y dos más fallecieron en el hospital.

Fuentes médicas del hospital Broward Health North indicaron que tres de los heridos se encuentran en estado crítico mientras que otros tantos, cuya situación es estable, están siendo operados.

En vídeos publicados en redes sociales se puede ver a estudiantes de la escuela protegiéndose mientras se escuchan varios disparos hechos con lo que se presume es un arma semiautomática y medios locales apuntan a que podría tratarse de un rifle AR-15.

Este tiroteo se produjo en el Día de San Valentín, que tradicionalmente es celebrado en los centros escolares de Estados Unidos para resaltar la amistad entre compañeros y profesorado.

Un alumno problemático

En declaraciones al diario Miami Herald, Jim Gard, profesor de matemáticas del centro educativo, señaló que los docentes y personal administrativo habían sido avisados el año pasado para que no permitiesen el ingreso al mismo de Cruz con una mochila por ser considerado una "potencial amenaza". "Hubo problemas con él el año pasado al amenazar a estudiantes, y creo que se le pidió que abandonase la escuela", manifestó el docente, versión que confirmó Scott Israel al precisar que fue expulsado por razones disciplinarias.

Compañeros del sospechoso indicaron a medios locales que Cruz daba "miedo a veces", pues en ocasiones portaba armas y las mostraba.

Sin embargo, Robert Runcie, superintendente del sistema escolar de Broward, dijo a la prensa desconocer que hubiese informes sobre un comportamiento alarmante del joven, que por su edad podía comprar armas de fuego de manera legal en Florida.