Hay quien se atreve a decir, en pleno conflicto catalán, que la primera región en independizarse será Galicia. Es ésta una afirmación que cuesta creer, sobre todo si tenemos en cuenta el apoyo masivo que una formación tan unionista y española como el Partido Popular ha tenido siempre en la tierra de Breogán.

Al margen de especulaciones y aspiraciones soberanistas, lo cierto es que el galleguismo trata de abrirse paso. Hace unos días se presentó en Santiago de Compostela la Assembleia Nacional Galega (ANG), una entidad, según recogen sus propios estatutos, “cívica, apartidista, laica e independiente”, que se gestó hace aproximadamente un año y que tiene entre sus fines “la defensa y promoción de la lengua y la cultura gallegas”.

Bebe del espíritu de las conocidas por todo gallego que se precie 'Irmandades da Fala', entidad cívica y cultural que articuló las bases del galleguismo a principios del siglo pasado y "pretende trabajar construyendo puentes para debatir entre todos el futuro del galleguismo social, económico, cultural y lingüístico".

El objetivo es “que nos juntemos todos de nuevo como se hizo hace cien años y recuperemos lo que se está perdiendo”, cuenta a ELPLURAL.COM Paulo Fernández Mirás, coordinador de la asociación. En este sentido, apunta, “es preciso crear iniciativas que permitan recuperar el número de gallego hablantes, que está por debajo del 50 por ciento y que no deja de caer”.

El galleguismo no es independentismo

“Mucha gente tiende a pensar que por hablar gallego uno es nacionalista, y eso es un error que tiene muchas repercusiones”, subraya Fernández Mirás. “Nosotros entendemos el galleguismo con la acepción principal que siempre tuvo, la de la inteción de ayudar con la lengua y las necesidades del pueblo gallego”. “El galleguismo no es sinónimo de independentismo”, aclara. Dentro de él, al igual que dentro de la Assembleia, “ hay personas con posicionamientos políticos muy distintos”.

La recién creada asociación pretende ser un “instrumento para la participación democrática, horizontal y asamblear de la ciudadanía”. Según se explica en su página web, una de las razones que llevó a impulsar su creación fue “la desmotivación, el cansancio y la saturación de parte de la sociedad por una política gallega en permanente confrontación, sectaria, carente de una cultura de cooperación y sin un proyecto social, económico, lingüístico y cultural conocido y acreditado para el futuro de Galicia”.

Por ello, la ANG aspira a ser “la casa común de todos los gallegos”, empleando para ello la "norma internacional", el llamado gallego reintegrado, que defiende que esta lengua es una variedad de la portuguesa y que adopta, por tanto, una grafía basada en esta norma. No obstante, se acepta el uso de cualquier otro gallego'

No obstante, puntualizan, se aceptan otras formas del gallego y no se desea “entrar en confrontación con los gallegos castellanohablantes”.

Apolítica pero...

La Assembleia subraya que se trata de “un movimento cívico sin dependencia de partidos políticos o sindicatos” y que “no quieren hacer vida institucional”. Sin embargo, la organización ya ha recibido críticas por algunos de los mensajes lanzados en redes sociales, en los que sí han mostrado un posicionamiento político.

Consultas en defensa de la autodeterminación

Pese a su defensa del galleguismo, y su afán por no encasillarse políticamente, las similitudes de la ANG con la ANC no pasan desapercibidas, empezando por el nombre. Sin embargo, algunos de sus integrantes han manifestado que estarían más cerca de Ómnium Cultural, organización, sin embargo, que también mantiene un claro posicionamiento político.

En lo que al derecho a la autodeterminación se refiere, la ANG tiene intención de llevar a cabo una serie de consultas. “Se trata de una iniciativa de uno de los socios que se someterá a votación”, apunta el coordinador, que aclara también que “se trataría de un proceso simbólico con intención pedagógica”. El objetivo es “enseñarle a la gente lo que significan ciertos conceptos que la sociedad no enseña en ningún momento. Desconocen su existencia o piensan que significa algo que no es”.

El DNI gallego

Esta iniciativa no es la única de la ANG que se ha convertido ya en objeto de polémica. Lo mismo ha ocurrido con su intención de expedir un “"carné nacional de identidad gallego”. Fernández Meirás puntualiza: “No se trata de un DNI como tal sino de un carnet de socio o algo similar que permita fomentar el comercio; un sistema a través del cual, la gente pueda beneficiarse de ciertos descuentos en tiendas de productos gallegos, artesanía, …” “Nosotros, además de fomentar la cultura, intentamos también ayudar en la economía”, sentencia.